I+D 15 Sin embargo, los recursos para la cualificación y certificación disponibles hoy en día son insuficientes, por lo que compañías del sector aeroespacial han desarrollado sus propios procedimientos internos para el control de la calidad y la cualificación de componentes producidos mediante fabricación aditiva. Esta tarea requiere de una inversión ingente en ensayos experimentales, con el fin de garantizar que no surgen problemas de escalabilidad en la transición del entorno de laboratorio al de producción. De esta forma, es necesario demonstrar que, por una parte, los ensayos realizados a nivel de laboratorio son representativos de la pieza final, y que, por otra parte, los métodos de inspección no destructivos implementados a nivel de componente son garantes de su correcto rendimiento. En este sentido, probablemente el caso de éxito más conocido en el ámbito de la aviación comercial es el de GE, que logró, ya en 2015, la certificación por parte de la FAA para el vuelo de un alojamiento de un sensor de presión y temperatura que forma parte del sistema de control del motor (Figura 8a) [3]. Asimismo, y bajo el amparo de Figura 7. Niveles cualificación para su posterior certificación. Figura 8. Casos de éxito de GE: (a) Alojamiento del sensor T45 del modelo GE90-94B y (b) inyector de combustible del modelo LEAP. Cortesía de GE.
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