TD28 - Impresión 3D

I+D 14 A nivel europeo, la EASA (European Union Aviation Safety Agency) es la agencia responsable de la certificación de componentes aeronáuticos. En Estados Unidos, por otra parte, la FAA (Federal Aviation Authority) es la responsable de esta tarea. Ambas entidades están trabajando en el desarrollo de estándares consensuados y protocolos de cualificación para facilitar la certificación de componentes aeronáuticos producidos mediante fabricación aditiva, de forma que la seguridad de los mismo quede absolutamente garantizada. En la figura 6, se muestra la jerarquía de los recursos y los documentos que gobiernan el proceso de certificación, desde directrices, hasta regulaciones y leyes. Por su parte, entidades internacionales dedicadas al desarrollo de estándares tales como la ASTM (American Society for Testing and Materials) o la ISO (International Organization for Standardization) también están trabajando de forma conjunta en este ámbito [2]. De hecho, en 2016, desarrollaron una hoja de ruta con el fin de acordar una estructura común para definir la jerarquía de estándares en tres niveles, a saber: (i) Estándares generales de primer nivel para la definición de conceptos generales, y de requerimientos comunes y aplicables a todas las tecnologías. (ii) Estándares específicos para categorías de proceso, dedicados a tipos de material base (filamentos, polvos) y/o categorías de proceso. (iii) Estándares especializados, específico para el material, proceso de fabricación, y aplicación. Fruto de esta colaboración, ya han sido publicados una serie de estándares cuyo objetivo es regular y homogeneizar los diferentes aspectos de los procesos de fabricación aditiva: desde la caracterización del polvo metálico, hasta la inspección micro estructural, o tratamientos térmicos de piezas metálicas producidas mediante fabricación aditiva. La principal dificultad a la que se enfrentan las agencias de estandarización y de certificación es la falta de conocimiento integral de los fenómenos que gobiernan la generación de defectos como porosidad, anomalías microestructurales, o tensiones residuales, y cómo controlarlos. Esta incertidumbre complica notablemente la gestión de riesgos derivada de la implementación de los procesos de fabricación aditiva. El concepto que subyace bajo este reto es el hecho de que en los procesos de fabricación aditiva la calidad y el rendimiento del componente está estrictamente condicionado por el proceso de fabricación, las características del material base, y el post-procesado. Asimismo, las condiciones de fabricación dependen de una infinidad de parámetros y condiciones de contorno, cuya contribución a las propiedades del material no es siempre evidente. Es por esto que, la certificación de componentes aeronáuticos producidos mediante fabricación aditiva hay que abordarla desde un punto de vista global y transversal a toda la cadena de suministro, implementando herramientas de control que aseguren la trazabilidad a lo largo de todas las etapas de producción. Sólo así podrán lograrse protocolos de cualificación que den lugar a una certificación segura. En la figura 7, se resumen los niveles en los que se tienen que aplicar los métodos de cualificación, según GE. Figura 6. Jerarquía de recursos y documentos reguladores. Traducido de la fuente original: GE y Fraunhofer IGVC.

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