TC32 - TecnoCarne

SOSTENIBILIDAD 76 ambiental de los productos que producimos en nuestro territorio, conocer los procesos que más contribuyen al impacto y poder identificar el potencial que tenemos para reducirlo dentro de los márgenes que la tecnología actual nos permita, avanzar en el conocimiento y, por último, pero no menos importante, comunicar la huella ambiental de dichos productos. Y todo esto ha de hacerse con una visión global y un criterio científico. VISIÓN GLOBAL: EL CONCEPTO DE HUELLA AMBIENTAL Y CICLO DE VIDA Aunque la huella de carbono es la más conocida, el impacto ambiental de la actividad humana incluye otras huellas y no podemos limitar la discusión sólo al carbono. Si se quieren tomar decisiones de reducción real de impacto que no estén basadas en la intuición es fundamental medir también otros aspectos igual de importantes que las emisiones de carbono. El objetivo es reducir el riesgo de realizar inversiones en tecnología para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a costa de aumentar otros impactos en suelos, ríos, biodiversidad, etc. Esto es importante sobre todo en la agricultura y la ganadería ya que su capacidad productiva y calidad de los alimentos resultantes está íntimamente relacionada con la salud de los suelos para cultivos y pastos, calidad del agua de riego y de bebida de los animales, y en general con la salud de los ecosistemas circundantes. Para entender los efectos ambientales de una actividad económica, el análisis debe contemplar pues todos los aspectos relacionados con la salud de los seres humanos, la calidad de los ecosistemas y el agotamiento de recursos naturales. Además de la huella de carbono, todos estamos familiarizados con la huella hídrica, de incuestionable relevancia en la elección de productos en el contexto de preocupación por la sequía en que nos encontramos. Además, hay otros impactos preocupantes como la acidificación de los océanos que continúa aumentando, la superficie global forestal que sigue disminuyendo, las emisiones de nitrógeno y fósforo (debidas principalmente al uso de fertilizantes producidos industrialmente (y relacionadas entre otras cosas con procesos de eutrofización) que siguen en aumento a nivel global (Richardson et al., 2023). Por lo tanto, debemos mirar a nuestros sistemas productivos desde una visión multicriterio (no sólo carbono) y multietapa (no sólo granja, procesado o envasado aislados; Figura 1) para identificar los impactos ambientales más relevantes y etapas y procesos que más contribuyen al impacto total del producto final. La herramienta de Análisis de Ciclo de Vida (ACV) nos permite hacer esta evaluación de cualquier sistema productivo. Los estudios de ACV utilizan como marco de referencia las pautas harmonizadas definidas en las ISO (ISO-14040, 2006; Figura 1. Fases del ciclo de vida de la producción de la leche y la carne de vacuno.

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