29 granja mientras se va produciendo los tramites y construcción de una nueva. Igualmente, hay que facilitar la cesión de granja de padres a hijos/ as que garanticen la viabilidad de la granja. Para ello, en muchos casos hay que hacer mejoras y reconversiones que requieren de aprobación administrativa por lo que es necesario estudiar caso a caso las propuestas para darles viabilidad. Verticalización del sector. Este es el gran reto tanto en España como en la UE. Conseguir que la producción de la granja esté más cerca del consumidor y esto se consigue, entre otras formas, con empresas verticalizadas que en función de los mercados o el posicionamiento que quiere para sus productos, así orienta la producción ganadera. Además, si es el último eslabón de la cadena quien dirige la producción, el ganadero se ve más cercano del consumidor porque está trabajando para lo que realmente le demandan. En la actualidad, la verticalización está haciendo que la estructura empresarial aguante más las dificultades del mercado puesto que se pueden “compensar” las perdidas/ganancias de la producción con las perdidas/ ganancias de la industrial. Consolidación empresarial. Este es un punto nuevo y que ha surgido en los últimos años como respuesta a la necesidad de cerdos por parte de la industria y la falta de nuevas granjas. En este aspecto los grupos ganaderos-cárnicos se están consolidando en la cadena lo que les hace por un lado más fuertes a nivel de estructura, pero por otro se pierde flexibilidad ante cambios repentinos del mercado. El modelo de integración necesita ser evaluado, desafiado y, posiblemente, deba aparecer una evolución del mismo en función del tipo de operador que participa en el acuerdo. La figura del ganadero que busca la protección de la integración está cambiando hacia un ganadero que se está desarrollando, en volumen, en el seno de la integración con lo que cambia su modelo de negocio, capacidad negociadora y financiara con lo que todo apunta a que se abra la posibilidad de un nuevo sistema de integración con un variable dependiente del mercado. Este variable tiene aspectos positivos cuando el mercado es positivo y las materias primas son accesibles, pero puede llevar a graves problemas financieros en el caso de que la situación cambie. Sanidad Animal. Es el punto que hoy por hoy aporta más competitividad al sector. Por una parte, la pérdida de la sanidad afecta negativamente al coste de producción y lo estamos viviendo con el repunte de alguna enfermedad en parte derivada de la fuere reducción en el consumo de antibióticos. Pero, por otro lado, está la siempre amenaza de la peste porcina africana (PPA) que sigue su propagación por la UE y que no hay que escatimar recursos en su prevención puesto que es lo que nos va a pretermitir mantener los mercados de terceros países abiertos. Importaciones. Hay que mantener la fuerza de la producción para evitar la entrada de productos más baratos de países terceros que no cumplen con la normativa comunitaria en materia de bienestar animal y protección ambiental. El comercio internacional está sujeto a las condiciones sanitarias marcadas por la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA, antes OIE). Imagen del sector. Es el aspecto que más hay que trabajar. Acercar las buenas prácticas del día a día de los ganaderos a la sociedad y mostrarnos como lo que somos, profesionales que cuidan a los animales con el objetivo de poner en el plato de todos los españoles carne de excelente calidad y tratando de contener los precios para que sea accesible a todos los bolsillos. El sector tiene muchos retos encima de la mesa que se pueden hacer frente de una forma unida y con la vista en las oportunidades que se abren en el futuro. España se tiene que convertir en líder indiscutible del sector porcino europeo en todos los aspectos: competitividad, mercados, exportación, calidad, bienestar animal, protección ambiental y punto de anclaje del desarrollo rural pare evitar el despoblamienton PORCINO
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