81 SOSTENIBILIDAD Figura 3. Diagrama del ciclo biogénico del carbono. explotación ganadera. Dichas metodologías han sido desarrolladas por diferentes organizaciones internacionales que han acreditado sus métodos de cálculo conforme a normativas internacionales. A nuestro parecer, la metodología más completa es la basada en los análisis del ciclo de vida de la normativa PAS 2050 e ISO 14067 y que ha sido desarrollada por el British Standard Institute. Conforme con la normativa PAS 2050, para calcular o medir la huella de carbono de una granja, han de tenerse en cuenta todas aquellas fuentes de emisión de gases de efecto invernadero existentes en la misma; a saber: Las emisiones procedentes del estiércol, que se producen fundamentalmente en forma de metano en los procesos de fermentación anaeróbica durante su almacenamiento. Dicho metano podría ser utilizado como fuente de energía para la propia granja o para comunidades vecinas a la misma, lo que significaría una interesante reutilización de las emisiones y por tanto una forma destacada de reducir la huella de carbono de la granja. La aplicación del estiércol como abono, así como el que se origina durante el pastoreo, dan origen a emisiones de óxido nitroso (N2O), que como ya hemos comentado es un gas con 10 veces más capacidad de calentamiento que el metano. Con el fin de reducir las emisiones es interesante realizar aplicaciones precisas de estiércol a los cultivos. Las emisiones procedentes del uso de fertilizantes en agricultura, bien propia, asociada a la granja, bien en manos de proveedores de ingredientes alimenticios para ella. Durante la producción de fertilizantes artificiales se producen grandes cantidades de CO2. Por otro lado, tras la aplicación de dichos fertilizantes al suelo, se liberan grandes cantidades de N2O. Para que las emisiones asociadas al uso de fertilizantes en una granja sean menores, es interesante realizar análisis de suelos agrícolas a fin de sacar provecho del estiércol como abono natural, disminuyendo el uso de fertilizantes sintéticos. El combustible representa generalmente un pequeño porcentaje en el conjunto de emisiones de una granja. El CO2 es el principal gas asociado a la fabricación y el consumo de combustibles El alimento representa una de las principales fuentes de emisiones en la granja. Los alimentos comprados incorporan una huella de carbono, lo que obliga a asegurarse de que se usen y digieran de la manera más eficiente posible. Los subproductos, los forrajes de cosecha propia y los cereales tienden a tener una huella de carbono más baja, ya que se minimiza su procesamiento y su transporte. • Las emisiones entéricas están constituidas por el metano procedente de los procesos digestivos de las ovejas y están influenciadas por el consumo, la composición y la digestibilidad de los alimentos. Maximizar su digestibilidad significa reducir la cantidad de metano emitida y, por tanto, favorece una disminución de la huella de carbono. • La energía generalmente constituye un pequeño porcentaje de las emisiones agrícolas. El CO2 es el gas principal asociado con la creación y el uso de energía. Existen muchos productos de ahorro de energía, pero la instalación de energía renovable podría reducir enormemente la dependencia de las redes eléctricas nacionales. • Los residuos de cultivos incluyen la biomasa aérea y subterránea que queda después de la cosecha. Los residuos incorporados devuelven N al suelo, pero también están sujetos a los mismos procesos ambientales que el N aplicado, lo que genera pérdidas en forma de N2O. Retrasar el arado hasta inmediatamente antes de la siembra ayuda a sincronizar la liberación de nutrientes con la demanda de los cultivos y reducir el N inorgánico. Los cultivos intermedios o los abonos verdes se pueden cultivar
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