SOSTENIBILIDAD 72 La evolución del sector porcino durante los últimos años en términos de producción de carne, censos, exportaciones y productividad ha permitido posicionarlo a la cabeza de los sectores ganaderos españoles, representado alrededor del 14% de la producción final agraria (MAPA, 2021). La producción porcina en España tiene un marcado carácter industrial e intensivo, factores que implican una gran dependencia de este sector con la industria de la fabricación de piensos, necesarios para alimentar a los animales estabulados y conseguir rendimientos productivos óptimos. El actual contexto de inestabilidad política y económica ha provocado una subida exponencial de los costes de la energía y de las materias primas, lo que ha derivado en un aumento notable de los precios de los piensos para cerdos de engorde, alcanzando máximos históricos a finales de 2022 (MAPA, 2023). Además, algunas de las principales materias primas utilizadas para la fabricación de los piensos para cerdos (harina de soja y algunos cereales principalmente) son importadas y provienen de cultivos ligados a la deforestación, además de competir de manera directa con la alimentación humana. Todo ello hace que el sector sea claramente dependiente de países terceros lo que incrementa la volatilidad de los costes y puede aumentar el impacto medioambiental y social de los piensos y el sector porcino en general. La valorización de los subproductos agroindustriales en alimentación del ganado y en el sector porcino en particular es una estrategia que, además de contribuir a la economía circular del sector, puede reducir su impacto ambiental (un menor uso de ingredientes procedentes de países terceros) y mejorar su sostenibilidad, una de las prioridades de la estrategia europea ‘De la granja a la mesa’. La mayoría de estos subproductos son excedentes de la industria agroalimentaria y se producen de manera local o regional, por lo que su uso puede dar ventajas económicas y medioambientales al sector a la fabricación de piensos para porcino. Además, son excedentes que se acumulan en las industrias durante todo el año y en determinados periodos (principalmente durante las campañas de cosecha) pueden llegar a suponer una fuente de contaminación del suelo y las aguas si se sobreexponen a la tierra. El volumen de subproductos generados en cada región dependerá de los principales cultivos/industrias de la zona. Dentro del sector agroalimentario, España produce grandes cantidades de aceitunas (70% de la producción total de la UE), cítricos (60% de la producción total de la UE) y cereales, generando grandes cantidades de subproductos derivados del procesado industrial de estos cultivos Laia Piquer1, Paloma García-Rebollar2, Salvador Calvet3 y Alba Cerisuelo1 1 Instituto de Investigación y Tecnología Animal (IVIA), Centro de Investigación y Tecnología Animal (CITA). Polígono La Esperanza, 100. Segorbe (Castellón). 2 Dpto. Producción Agraria, Universidad Politécnica de Madrid (UPM), Av. Puerta del hierro, 2. Madrid. 3 ICTA-UPV, Camí de Vera, s/n, Edificio 7G. Valencia. Los subproductos agroindustriales son una alternativa a las materias primas tradicionales que puede reducir el impacto ambiental, económico y social de la producción porcina. Además, diversos estudios demuestran que su uso no sólo tiene un impacto positivo en la sostenibilidad del pienso, sino también un efecto potencial en la reducción de emisiones de amoniaco del purín. Sin embargo, se debe contar con una buena valoración nutricional y conocer el nivel máximo de inclusión en los piensos para su uso seguro. USO DE SUBPRODUCTOS EN ALIMENTACIÓN DE PORCINO: ¿QUÉ HAY DE NUEVO?
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