TC27 - Equipos y productos para la industria de la carne

RETAIL En Cedecarne, como representantes de más de 25.000 empresas del comercio especializado en nuestro país, llevamos tiempo trabajando para que las denominaciones cárnicas se reserven estrictamente para aquellos productos que en su composición contengan carne. Consideramos que solamente así se evitará inducir a error al consumidor y que este pueda realizar sus compras con total transparencia. Además, la situación ya no afecta únicamente a las denominaciones cárnicas, sino al propio modelo de comercio con la apertura de establecimientos denominados ‘carnicerías vegetales’. Esto no supone solamente un engaño al consumidor, sino también un acto de competencia desleal respecto a las numerosas empresas de carnicería, charcutería, pollería y casquería especializada que existen a nivel nacional. Recordemos que el término ‘carnicería’ significa “un establecimiento dedicado a la manipulación, preparación y presentación y, en su caso, almacenamiento de carnes frescas y despojos, con o sin hueso, en sus diferentes modalidades, así como preparaciones cárnicas, productos cárnicos y demás productos de origen animal, para la venta al consumidor en las dependencias propias destinadas a tal fin”, tal y como definía el anterior RD, ahora sustituido por el 1021/2022. ¿Cree que las Administraciones están defendiendo bien al sector y sus demandas? Si bien es cierto que el Gobierno ha manifestado su apoyo al sector cárnico estableciendo líneas de ayuda para hacer frente a la subida de los costes energéticos y de las materias primas, no ha ocurrido lo mismo tras recibir fuertes críticas en las que se cuestionaba la calidad de la carne exportada desde España. Asimismo, el año 2022 cerraba con el ejecutivo nacional sin incluir la carne dentro de los alimentos con rebaja del IVA, recordemos que las carnes están al 10%, habiendo solicitado desde el sector desde hace años una rebaja del tipo al 4%, mientras que otros productos como el pan, la leche, la fruta, los huevos o las verduras, que ya estaban al 4% han visto rebajado su IVA al 0%. Las consecuencias de esta decisión se percibirán rápidamente en el consumo de carne, ya que la población tendrá cada vez más dificultades para acceder a este tipo de alimentos, que aportan proteína de alto valor biológico, especialmente las familias más vulnerables. Además, el constante aumento de precios en los suministros y en la producción está afectando directamente a los carniceros y charcuteros. ¿Qué consecuencias tiene esta inflación constante? Las empresas minoristas de carnicería, charcutería, pollería y casquería llevan tiempo haciendo enormes esfuerzos económicos reteniendo la inflación, rebajando los márgenes de sus productos, conteniendo al máximo los precios de venta al público, absorbiendo todos los costes añadidos derivados de la pandemia antes y, ahora, asumiendo el incremento de los costes de la energía, porque de otra forma los precios serían inasumibles para sus clientes. Un dato importante es que los españoles llevan unos años reduciendo su consumo de carne y productos cárnicos. ¿Qué puede hacer el sector para revertir esta tendencia? El consumo de productos cárnicos se ve influenciado por muchas circunstancias diferentes. Fundamentalmente hace falta más información dirigida a la sociedad sobre los procesos de producción y los beneficios del consumo de carne. Desde Cedecarne trabajamos en la realización de acciones promocionales que pongan en valor las elaboraciones tradicionales que pueden encontrarse en carnicerías repartidas por todo el territorio y que son parte de la gastronomía española y de los alimentos de España. Y es que está demostrado que el ser humano necesita un aporte diario de proteínas para mantener sus valores nutricionales en orden. Además, es bien sabido que la proteína animal se absorbe mejor y de manera más eficiente que la proteína vegetal. Desde el sector cárnico se trabaja desde hace años para que la carne y los productos cárnicos sean más saludables, adaptándose a lo que quiere el consumidor. Sin ir más lejos, durante el 2018, el sector cárnico firmó voluntariamente un convenio con la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición para la reformulación de los productos cárnicos. El EAAC es una oportunidad para las empresas cárnicas de acercarse a sus clientes, poder conocer sus necesidades y en lo que pueden colaborar 76

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