15 SECTOR Estos datos responden al sentimiento alcista de la inflación y las constantes noticias del encarecimiento de la energía por el incremento del precio del gas, y otros costes operativos. Una situación que está asfixiando a ganaderos e industrias, generando un tremendo desgaste y estrechando los márgenes en todos los eslabones. A pesar de esta difícil coyuntura, el ISICE sigue registrando cifras positivas derivadas del aumento de las exportaciones, que posiciona a las industrias como un potente motor económico para el sector, de acuerdo con lo manifestado por el 83,7% de las empresas. Por otra parte, la industria confía en mantener el empleo y sus inversiones. Más de un tercio de las empresas han aumentado su plantilla durante el primer semestre del 2022 y más de la mitad han manifestado su estabilidad. Unas cifras muy positivas, que revelan que, pese a la pérdida de rentabilidad de la industria cárnica, por el incremento de las materias prima y los costes asociados, el sector tiene previsto mantener la plantilla de trabajadores en un momento de incertidumbre y recesión como el actual, realizando un sobresfuerzo. La industria está invirtiendo también en proyectos de sostenibilidad y digitalización, como motores de crecimiento, algo que se impulsaría aún más con la esperada llegada del PERTE, si estas ayudas pudiesen aplicarse de forma importante en las pequeñas y medianas empresas del sector cárnico. El 78,3% de las empresas están invirtiendo en tecnología de digitalización de procesos, siendo esta el área que más ha crecido. Por su parte en el área de sostenibilidad, un 72,7 % de los encuestados han indicado la incorporación de medidas de eficiencia energética como principal opción, seguido muy de cerca por la implementación de energías renovables, con un 69,1%. Estas partidas reflejan como las políticas de inversión en la industria cárnica se centran fundamentalmente en la reducción de los costes de explotación y del consumo de energía, influenciado por el fuerte incremento registrado en el último año. Al ser un instrumento vivo, el Barómetro incluye siempre cuestiones de actualidad e interés para el sector. En esta edición se ha incluido la Ley de la Cadena y las Ayudas de UE, ambas con resultados escasamente positivos. En el caso de la Ley de la Cadena, para un 55% de los encuestados no ha resuelto la problemática de las relaciones comerciales, frente a un 5,5% que declaraba su satisfacción. Al igual que sucede con la Ley de la Cadena, más de la mitad de los encuestados ha mostrado su insatisfacción ante el marco normativo de las ayudas de la UE, un reflejo de las grandes expectativas que se habían generado en las empresas ante las constantes noticias de la llegada de los Next Generation. De igualmanera un 65,4%de lamuestra ha opinado que los fondos de ayudas de la Unión Europea no están llegando al sector cárnico, influenciado a su vez porque en noviembre se abre el plazo para el PERTE, y en octubre, aún se desconocía cómo se iba a realizar la tramitación. Una incertidumbre que provoca que surjan dudas respecto a su participación en esta convocatoria. En un contexto tan adverso como el actual, la octava edición del barómetro destaca el compromiso de la industria cárnica con la producción de alimentos para la sociedad, su resiliencia, su capacidad para seguir siendo una potencia exportadora y su confianza para crear y mantener empleo en las zonas rurales, protegiendo nuestro patrimonio industrial y cultural.n
RkJQdWJsaXNoZXIy Njg1MjYx