77 ENVASE VALIDACIÓN REAL El proyecto Termofib tiene como objetivo transferir esta tecnología al mercado de producción de alimentos y bebidas, a través de la validación de un prototipo industrial en contexto de uso real. Para ello, el proyecto ha sido validado en líneas industriales de envasado reales. Para alcanzar este objetivo, ha destacado Pedro Zomeño, ha sido necesario: comprobar que el proceso automático es viable y rentable; evaluar el correcto termosellado en una línea de producción real; validar su resistencia estructural para el envasado de productos alimentarios y confirmar la estabilidad de la vida útil del producto envasado. Además, se ha alcanzado un producto mínimo viable (MVP), que permite llevar la tecnología al mercado de un modo ágil y rentable. La barqueta Fibtray, dirigida al envasado alimentario, reduce un 85-90% el uso de material plástico, y consigue un envase de cartón más seguro y estructuralmente más fuerte. RETOS: SOSTENIBILIDAD, RESISTENCIA Y SEGURIDAD “Esta innovación proporciona también la posibilidad de desarrollar nuevas líneas de negocio alineadas con los objetivos de la economía circular, al conjunto de actores de la cadena de valor alimentaria, como por ejemplo para productores y/o distribuidores de alimentos en bandejas termosellados, como productos cárnicos, y frutas y verduras”, ha explicado Rubén Lahuerta, responsable de la Transferencia de Tecnología y Nuevas Desarrollos de Ainia. Los desarrollos de este proyecto, presentados ayer en un webinar organizado por Ainia, cubren las necesidades del sector industrial de alimentos envasados que requiere de nuevos envases alternativos al plástico, garantizando el mantenimiento de los niveles de calidad y seguridad alimentaria, así como los periodos de vida útil ya alcanzados por la industria alimentaria en sus envases actuales.n
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