SECTOR está cambiando la forma de hacer negocios, eliminando barreras tradicionales. En este escenario, el comercio exterior se ha convertido, como veíamos anteriormente, en una actividad vital para el mantenimiento de los sectores ganadero-cárnico y, por tanto, las perspectivas de crecimiento y desarrollo sectorial pasan por la apertura de mercados y el incremento de la actividad exportadora. En Anice, conscientes del peso estratégico de las exportaciones como vía para la apertura de nuevas posibilidades comerciales, hemos actualizado la Guía de Auditorías para Exportar Carne y Productos cárnicos. En su segunda edición, esta herramienta de consulta práctica se ha elaborado para que las empresas puedan preparar sus auditorías de inspección en terceros países, incluyendo como novedad, un apartado específico con consejos prácticos sobre cómo preparar una auditoria virtual. La guía es una herramienta más de las facilitadas por Anice a sus asociadas para ayudarles a acometer su actividad exportadora, y acompañarlos de principio a fin en sus procesos de acceso a nuevos mercados. Cambiandode tercio, ¿quéopinión lemereceNutriScore? El esquema de etiquetado frontal Nutriscore no está adaptado a la realidad nutricional ni a los hábitos de consumo de la población española, ni a la dieta mediterránea. El sector considera firmemente que este modelo no responde a la realidad de nuestros hábitos alimentarios, que ignora la dieta mediterránea, que utiliza algoritmos sin base científica y penaliza a los productos tradicionales de calidad y que, para colmo, atenta contra la soberanía alimentaria de este, al ser un modelo propiedad del gobierno francés. Desde Anice hemos venido insistiendo en que España no debería implantar ningún sistema de etiquetado frontal hasta que la Comisión Europea apruebe uno armonizado a escala comunitaria, que subsane las deficiencias del modelo mencionado anteriormente, en el que se ha sustentado el NutriScore. Y la estrategia ‘De la granja a la mesa’, ¿satisface las necesidades el sector? Este es uno de los grandes retos del sector en los próximos años y preocupa especialmente el enfoque político del Pacto Verde Europeo y de la Estrategia de la Granja a la Mesa, que ponen en el punto de mira a los alimentos de origen animal y que prevé un potente desarrollo normativo en sectores, como el ganadero-cárnico, ya de por sí hiper regulado. Nuestro sector viene demandando la necesidad de estudios previos de impacto de las posibles medidas a adoptar. Por tanto, rechazamos la imposición de algunos sistemas de etiquetado medioambiental y nutricional, que suelen responder a iniciativas nacionales y que acaban amenazando la integridad del Mercado único europeo. Y también la propuesta de la estrategia F2F de no apoyar las campañas de publicidad de los productos de origen animal, ligada a esa demonización del producto que están implantando los lobbies formados por empresas que venden productos vegetales y que buscan la sustitución de la proteína animal. Es necesario un apoyo claro y decidido por mantener estas políticas de promoción, tanto en el mercado interno europeo como, muy especialmente, en la promoción de producto europeo en terceros países. En caso contrario, esta situación afectará muy negativamente a nuestras exportaciones, en beneficio de nuestros competidores. Por otro lado, también somos conscientes de los retos ambientales a los que se enfrenta la industria cárnica en los próximos años. Nuestro sector está trabajando orientado a los retos ambientales que existen y está sometido a una gran presión debido, entre otros, a la exigencia de aplicación de las Mejores Técnicas Disponibles, el desarrollo de estrategias de economía circular, que incorpora la necesidad de implantar proyectos de ecoeficiencia, así como las obligaciones derivadas del borrador de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, en particular el futuro Real Decreto de Envases y la Ley contra el Desperdicio Alimentario. Se hace absolutamente necesario que la legislación española no sea más exigente que la normativa de la UE, para garantizar una uniformidad y no colocar a nuestra industria en una posición de desventaja competitiva frente al resto de Estados Miembros. España se ha consolidado como potencia exportadora de referencia: en 2021 las exportaciones alcanzaron los 8.254 millones de euros, prácticamente un 13% más que en 2020 12
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