TC22 - Equipos y productos para la industria de la carne
27 DERIVADOS implica el uso de células animales cultivadas para crear productos alimen- ticios similares a la carne. A diferencia de la carne de origen vegetal u otros análogos, la carne cultivada se pro- duce a partir de las mismas células que la carne convencional y, en teoría, puede ofrecer una réplica exacta de la auténtica sin necesidad de sacri- ficar animales –y con consecuencias medioambientales más bajas–. Por ello, en los últimos años, ha crecido el entusiasmo en torno a la industria de la carne cultivada por su potencial de robarle a la industria cárnica con- vencional más de 1 billón de dólares. Desde 2015, el sector ha recaudado más de 600 millones de dólares en financiación y ha pasado de menos de 5 empresas a más de 50. EUROPA: INNOVADORA PERO POCO FLEXIBLE CON SU REGULACIÓN Europa ha vivido una intensa actividad en el segmento de la carne cultivada. El sector se fundó aquí cuando Mark Post, de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), presentó el primer proto- tipo de carne cultivada del mundo en 2013 ante una sala llena de periodistas. Mosa Meat, la empresa creada a raíz de su investigación, se ha convertido desde entonces en una de las mayores empresas del sector, habiendo recau- dado casi 100 millones de dólares en financiación. Europa es ahora la segunda región en cuanto a número de empre- sas de carne cultivada y niveles de financiación recaudados, por detrás de Norteamérica (aunque es la ter- cera si se consideran Asia-Pacífico y Oriente Medio como una sola región). La Unión Europea también cuenta con una de las vías de regulación de carne cultivada mejor definidas del mundo. La carne cultivada se menciona explí- citamente en el ‘Reglamento sobre nuevos alimentos’, que establece un camino claro para que una empresa de este sector pueda obtener la apro- bación para vender su producto. En este sentido, en agosto de 2020, un programa de investigación sobre carne cultivada dirigido por la empresa española Biotech Foods recibió una subvención de 2,7 millones de euros de los fondos Horizonte 2020, lo que sugiere el apoyo gubernamental ofre- cido por la UE. Sin embargo, es probable que la carne cultivada esté aún lejos de su lanza- miento comercial. Aún deben aclararse debates sobre su etiquetado similares a las que se han producido en torno a los sustitutos de origen vegetal. En la UE, los fabricantes de este tipo de alimentos tienen prohibido llamar “yogur“o”leche“a sus productos. Incluso algunos Estados miembros han ido más allá: Francia no permite el uso de términos como”filete“o”salchicha" ya que la industria cárnica considera que estos términos confunden a los clientes. Además, los consumidores y los orga- nismos reguladores de Europa han sido históricamente hostiles a la biotecno- logía en los alimentos. Incluso ahora, es casi imposible sacar al mercado un producto alimentario que contenga organismos modificados genética- mente (OMG) y la UE ha indicado que adoptará una postura reguladora hostil hacia el uso de tecnologías de edición genética como CRISPR-Cas9 en los alimentos. Si no se produce un cam- bio en la actitud reguladora, existe el riesgo de que la UE se quede atrás en la próxima generación de productos alimentarios innovadores. Distribución geográfica de inversiones en de carne cultivada comparada con la distribución geográfica de las propias empresas. Fuente: IDTechEx.
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