TC21 - Equipos y productos para la industria de la carne
35 SECTOR de suministro o las repercusiones en la disponibilidad de proteínas cárni- cas asequibles para el consumidor. Además, evaluar todos los aspectos sociales, ambientales y económicos 3 ligados a la desaparición del sector ganadero en Europa es un proceso harto complejo, incluso para los científicos de las disciplinas agrí- cola y animal. Sea como fuere, pasar completamente a la carne sintética acarrearía por lo menos tres conse- cuencias innegables, a saber: Europa perderá un bastión de la bioeconomía circular. La ganadería cumple diversas funciones valiosas que, de no existir, desaparecerían. Por ejemplo, contribuye a una agri- cultura más eficiente al valorizar los subproductos de la cadena alimen- taria. Un proceso importante es el reciclaje (o reciclado revalorizador, retomando el término anglosajón upcycling) de biomasa a partir de la hierba, la paja o el afrecho, que no son aptos para el consumo humano. Sin la ganadería, estos residuos y sub- productos se convertirían en seguida en una carga ecológica, dado que la demanda de consumo de alimentos transformados aumenta. El sector ganadero no solo produce alimentos sino también una panoplia de subproductos, como estiércol y demás ef luentes de ganadería. En la actualidad, en el 40% de las superf icies cultivadas del planeta se utilizan abonos orgánicos proce- dentes de la producción ganadera. Una Europa sin ganadería provocará un aumento considerable del uso de fertilizantes sintéticos. También será difícil sustituir sin un elevado coste ambiental y socioeconómico muchos otros subproductos más desconocidos: el cuero se reem- plazaría por materiales a base de combustibles fósiles; algunos ingre- dientes farmacéuticos se sustituirían por ingredientes sintéticos, etc. ¿Es éste el modelo de sociedad que imagina el Pacto Verde? La Europa rural quedará desalmada y la producción alimentaria en manos de unas pocas compañías tecnoló- gicas. Hoy en día la ganadería es un componente vital de la Europa rural. Este sector está presente en casi todas las regiones de Europa, en una amplia diversidad de sistemas de producción según las condiciones económicas, geográficas y socioló- gicas de cada zona. económicos y sanitarios que conlleva. Afirmar que una dieta sin ‘carne de verdad’ y una Europa sin ganadería son la respuesta a los problemas que plantea el cambio climático resulta erróneo y podría tener consecuencias desastrosas para nuestra alimenta- ción, nuestro territorio, nuestro medio ambiente, nuestra diversidad y nues- tra cultura. Es una visión que algunos medios de comunicación también patrocinan, a pesar de que el amplio corpus de investigaciones académicas con- tradice ciertamente semejantes alegaciones 1 . Los mismos líderes de opinión a menudo obvian el hecho de que los ganaderos, en especial en Europa, han apostado por la innovación a largo plazo y ya han pasado a la acción, utilizando soluciones tecnológicas y otras, con el fin de hacer más sostenibles sus actividades y mejorar el bienestar de sus animales. El sector ganadero en Europa ha logrado reducir, año tras año, las emisiones de CO 2 que emanan de la producción, gracias a un amplio abanico de medidas e iniciativas y pese a la baja renta que perciben los productores. Lo cierto es que la producción global de la agricul- tura europea ha aumentado un 25% desde 1990, y durante el mismo periodo, el sector ha reducido sus emisiones de gases de efecto inver- nadero un 20% 2 . En el plano de la salud, debemos tomar en consideración que los nutrientes complejos que están presentes de forma natural en la carne (vitaminas, oligoelementos, etc.), serán difíciles de duplicar. Tampoco deberíamos ignorar que el paso a la carne sin- tética podría causar problemas de seguridad alimentaria en los países que dependen de nuestra ganadería y nuestras exportaciones ganaderas, por no hablar del creciente desequilibrio entre los distintos actores de la cadena
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