88 opinión v La circulación de bicicletas de montaña por senderos de España, una mirada comprometida Tras casi veinte años de trabajar en defensa de la libertad y la regulación para circular en bicicleta de montaña por los caminos y senderos de uso público de España podemos a rmar que existen dos situaciones, al menos, en nuestro país. Por un lado, en las zonas más despobladas y rurales en general no se ponen objeciones a que las bicicletas hagan uso de los caminos y senderos, como tantos otros medios de transporte o de ocio como existen. Es más, se promociona y desarrolla para atraer turismo y, consiguientemente, ingresos, economía y riqueza. Por otro lado, en las zonas más pobladas existe la tendencia a eliminar o desterrar cualquier actividad que les pueda dar problemas y trabajo a los gestores del terreno que gestionan el campo, la naturaleza y los espacios protegidos. Las zonas en las que se está produciendo mayor restricción al uso del MTB son la CCAA de Madrid, Barcelona y CCAA Valenciana, que coinciden con lo anteriormente expuesto. Por el contrario, zonas más despobladas como Castilla y León, Extremadura, Castilla La Mancha, interior de Andalucía, Aragón y varias zonas más están promoviendo el turismo y las actividades de ocio con la esperanza cierta de atraer a los practicantes de actividades lúdicas y deportivas que complementen la economía de sus poblaciones, como se está haciendo en toda Europa y en el resto del mundo. Efectivamente, los gestores de espacios de montaña han visto en el ciclismo de montaña una fuente de ingresos por turismo muy superiores debido a que han adaptado sus instalaciones de invierno a la práctica del MTB, durante periodos de tiempo superiores en la actualidad. Esperamos que esta idea tan probada vaya calando en la mentalidad de nuestros gestores y sigan la senda que está marcando la Comunidad de Castilla y León, a través de su Consejería de Medio Ambiente, pionera en España del fomento del MTB. Cada día dejan de realizarse en España pruebas populares, marchas y encuentros deportivos para a cionados ante las di cultades y trabas constantes que establecen los responsables al cargo, pues eventos con años de tradición en la zona y con iguales recorridos que en las ediciones precedentes, les son denegadas las autorizaciones a pocos días de sus fechas de celebración, cuando ya disponen de cientos o miles de inscripciones, acuerdos rmados con todo tipo de establecimientos, patrocinadores, proveedores, etc. No les dan margen de maniobra y en varios casos han llevado a la quiebra y desaparición a pequeñas empresas que han trabajado bien durante años. En este mismo sentido estamos viendo cómo se prohíbe la participación de e-bikes en ciertas marchas populares, de lo que se deduce que desconocen lo que es una e-bike y no saben que la regulación europea, traspuesta a la legislación española mediante el Real Decreto 339/2014 establece que las bicicletas asistidas son ciclos, sin más, que las e-bikes no existen en la legislación española. Para aclararlo, en España existen: a) las Bicicletas Asistidas; b) Ciclos de motor L1e-A y Ciclos de motor L1e-B. En consecuencia, como la ignorancia de la Ley no exime de su cumplimiento, no se debería prohibir la participación de un modelo de bicicleta que no existe. Más aún cuando las bicicletas asistidas (EPAC o Pedelec) son el sector que más está creciendo en ventas y usuarios durante los últimos tres años. Debemos establecer que defendemos el ciclismo responsable que circula por caminos y senderos abiertos al uso público y que los senderos en concreto son el lugar más seguro, pues a menor caja de camino, menor velocidad y mayor seguridad para todos los usuarios. La práctica de disciplinas más agresivas debe realizarse en las instalaciones que estén habilitadas para ello. Hacer lo contrario puede ser constitutivo de una infracción. Al avance de las restricciones o prohibiciones hay que unir la falta de interés de las federaciones deportivas que escasamente representan al 1% de los ciclistas españoles (una media de 50.000 federados sobre 9.000.000 de ciclistas, según el Observatorio de la Bicicleta), pues no van a realizar ninguna actuación en favor del MTB, a pesar de estar perfectamente informados en persona por nosotros. El ciclismo de montaña es una actividad deportiva que en las últimas encuestas de actividades deportivas del INE en España se encuentra en el primer lugar de práctica con más del 38% de practica anual y más del 22% de práctica semanal, y creemos que merece otro tratamiento más favorable, pues quienes lo practicamos somos ciudadanos con los mismos derechos y obligaciones que el resto. Nos gustaría poder trabajar en una regulación que fuera equilibrada para todos los usuarios de los senderos de montaña, reconociendo los bene cios del deporte en la naturaleza para los ciudadanos y la repercusión positiva que tiene en la salud física y mental de todos. ...en varios casos han llevado a la quiebra y desaparición a pequeñas empresas que han trabajado bien durante años. Foto: LIV bikecracia
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