TB7 - TradeBike 7 - Especial Triatlón

el triatlón... ¿moda o revolución? 8 TB En los últimos años se ha producido un crecimiento de los practicantes de triatlón que no hubiera podido pronosticar ni el más optimista del sector deportes. La gran mayoría de ellos, amateurs, se limitan a participar en dos o tres pruebas anuales y, sobre todo, en distancias cortas como Sprint o SuperSprint. Dadas estas circunstancias, no es de extrañar que el comercio haya puesto los ojos en el deporte de las tres disciplinas deportivas –natación, bike y running– y hayan abierto las puertas numerosos establecimientos especialistas en triatlón. Unas aperturas que no dejan a nadie indiferente debido al contexto de crisis que vivimos en la actualidad. Cabe remarcar, además, que se han multiplicado la lista de pruebas triatléticas que se organizan cada fin de semana en este país –de marzo a octubre– y la increíble cifra de participantes que hay en casi todas ellas. Y en este contexto se nos generan principalmente dos dudas a todos los que formamos parte del sector deportes, y más especialmente a marcas y tiendas: ¿Hasta cuándo durará esta moda? ¿Hay mercado para justificar tantas aperturas? Accesible… aunque poco asequible Aunque a muchos les pueda parecer que el triatlón es una disciplina muy exigente y sólo al alcance de grandes deportistas, una de las razones que ha propiciado su auge ha sido su accesibilidad. Seguramente con el afán de popularizar esta modalidad, los organizadores de pruebas –algo que también se ha multiplicado exponencialmente- han jugado muy bien sus cartas y han aprovechado a la perfección las posibilidades que ofrece este deporte en cuanto a distancias. Los triatletas tienen a su alcance la posibilidad de apostar desde la modalidad supersprint, que generalmente suele ser de 350 metros de nado, 10 de bicicleta y 2,5 corriendo, hasta la mítica distancia Ironman, con 3,8 kilómetros de natación, 180 encima de la bici y una maratón a pie. En medio, la distancia Olímpica (la más habitual), con 1,5 km nadando, 40 en bici y 10 corriendo, y la Sprint (la mitad que la Olímpica). En definitiva: no hace falta ser un superhombre para convertirse en un finisher –así es como se llama a los que completan un triatlón, sea cual sea su distancia- ni la meta es acabar un Ironman (aunque para muchos es su gran aspiración). Accesible, pero con cabeza. Últimamente hay demasiada gente que empieza a correr un día y al siguiente ya se ve en Hawai cruzando la meta del mítico triatlón. Y no se trata de eso. Cualquiera que tenga un mínimo de preparación física puede afrontar sin problemas algunas de las distancias más cortas (supersprint, sprint e, incluso, Olímpica). Es cuestión de marcarse un ritmo. Otro tema más complejo es si se trata de una modalidad asequible. Y aquí la cosa no está tan clara. Una equipación más o menos decente no baja de los 800-1000 euros (calzado, bici, neopreno…). Además, son muchos los que, a medida que van mejorando sus tiempos, renuevan su material –a mejor- de manera que estamos ante un deporte que, tanto a corto como a medio y largo plazo, es caro. Por si fuera poco, la gran razón de ser de esta modalidad, es decir, las pruebas, son cada vez más caras, con lo que la inversión, si se quieren hacer varias pruebas al año, puede dispararse algunos cientos de euros –o miles si se hacen largas distancias nacionales e internacionales- contando la inscripción y el desplazamiento. Las pruebas nacionales no son caras, pero como hemos dicho antes, los fanáticos de esta modalidad quieren ser finishers de las pruebas más emblemáticas del panorama internacional (Ironman, Challenge…) y en éstas el coste se dispara. Este perfil de triatleta suele tener un poder adquisitivo alto y es, seguramente, el paradigma de la progresión de este deporte, pues muchos de ellos descubrieron este deporte hace apenas dos o tres años y han ido progresando al mismo ritmo al que evolucionaba el segmento. En otros escalón, están el triatleta de perfil medio, que apuesta por unas buenas zapatillas, una bici de precio medio y un neopreno asequible, y el que, directamente, puesto que no aspira a mucho más que a divertirse –con una o dos pruebas al añonada sin neopreno o con una alquilado, y se las apaña con alguna bici de paseo o, incluso, con su bici de montaña. Obviamente son estereotipos muy genéricos, porque también hay quien apenas tiene físico para acabar un sprint y se com- ¿Quién en su sano juicio hubiera previsto un auge como el del triatlón en un contexto de recesión y crisis como el actual? Desde Tradebike&Tri intentamos desglosar las razones, motivos, causas y consecuencias de una subida tan destacada y con tanta repercusión en el sector deportes y más concretamente en el sector bike. - ESPECIAL TRIATLÓN -

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