Mi historia con la Titan es larga y se remonta a los orígenes de esta carrera, pues soy uno de los privilegiados que puede decir que estuvo en la primera Titan, en 2006, cuando RPM -muy acostumbrado a montar travesías y viajes en Marruecos para motos y 4x4- decidió apostar por la bicicleta y organizó la 1ª Titan Desert. Creo recordar que fuimos un total 120 aventureros que probamos esta primera experiencia.Y realmente me marcó la vida: decidí que era lo que quería hacer y, desde entonces, una vez al año, busco una carrera por etapas -en bici o corriendo-; una carrera cuanto más dura mejor y en la que, durante una semana, solo te preocupas de resistir, pedalear, recuperarte, la bici y poco más. Una desconexión total. En 2007 volví a la Titan. Y fue un año increíble, en el sentido explícito de la palabra: llegamos al desierto diluviando, con ríos desbordados y un auténtico caos, y solo el buen hacer de Felix, Manu y su equipo salvaron esa edición a base de montar cada mañana las etapas de nuevo. En 2011 volví a la Titan tras unos años de otras aventuras (MDS, Cape…). Y fue un año también diferente: 5º aniversario y carrera en Marruecos pero con la última etapa con ýnal en Granada tras una noche de barco con desmontaje y montaje de bicis incluido. Tras esta edición de 2011 seguí con otras aventuras por el continente europeo, y este año, cuando me propusieron volver a la Titan, no lo dudé ni un momento. Después de la pandemia estaba loco por viajar cuanto más lejos y diferente mejor. También tenía ganas de volver a Marruecos, donde tanto he competido, y a la Titanm para ver su evolución después de 11 años. Y a pesar de que tuve la conýrmación apenas 3 semana antes, con poco tiempo para entrenos especíýcos y mucho stress para cumplir los plazos y preparativos, la decisión estaba tomada. En su 16 edición, la Titan presentaba una carrera de 6 etapas, con 645 kilómetros de recorrido y 5800 metros de desnivel, aunque ýnalmente la distancia se acortó a unos 630 kilómetros por las altas temperaturas (llegamos a rodar a 44º y la etapa que se redujo era la más larga y calurosa, con dos ascensiones cronometradas que podían haber representado un problema importante). En estas etapas la navegación jugaba un papel importante: tenías tres avituallamientos que cumplir más 4 controles de paso marcados con waypoint obligatorios (bajo sanción de 5h el primer salto y descaliýcación en el segundo salto). Las coordenadas de uno de los WP eran entregadas la misma mañana de la salida. Como decía, la navegación jugaba un papel importante: en etapas de ciento y pico kilómetos podías llegar a acortar hasta 10km, que en este terreno y condiciones es una distancia muy respetable y un tiempo muy valioso. Eso sí, tienes que hacerlo bien: un error te puede representar perderte, clavarte en un banco de arena o, en el peor de los casos, saltarte un control de paso (CP) con la correspondiente sanción. Este año había un total de 523 participantes de 24 nacionalidades diferentes, 266 debutantes que se estrenaban y un total de 67 participantes femeninas, una cifra muy importante para una carrera de este tipo. El participante más longevo tenía 71 años y el más joven 16. En cuanto a las “versiones”, existe la Titan clásica, en la que se puede competir en solitario o en pareja. Los que participan en esta modalidad aspiran a la clasiýcación Élite y a la que le corresponda por su franja de edad. Para los más aventureros, la carrera ofrece la clasiýcación ŠKODA Adventure. En ella se vive en una etapa maratón permanente. La aventura solo incluye una caja en la que han de llevar todos sus enseres y que traslada la organización. Los participantes no cuentan con ayuda mecánica o personal y la pernoctación se hará en una haima sin mobiliario. Hay otras tres clasiýcaciones especiales en las que se compite en grupo: Corporate,Ambassador y Dúo mixto. Además del desafío habitual MTB, desde 2021 se ofrece también un desafío alternativo en Ebike. Similar al ýnal de la aventura ŠKODA Titan Desert Morocco más clásica, los participantes en el desafío Ebike tendrán su propio recorrido de tres etapas, en el que compartirán espacios con el resto de Titanes, con tres etapas de 74 kilómetros, 50 kilómetros y 44 kilómetros para un total de 168 kilómetros, todos ellos acompañados por dos guías, un vehículo de organización y toda la infraestructura que rodea a la prueba tradicional. Este año participaron un total de 27 ciclistas. Para los participantes la Titan es una carrera “logísticamente” sencilla: la RPM se ocupa de toda la parte logística, transporte de bicis, vuelos, hoteles y demás, hecho que es de agradecer y facilita mucho las cosas. Para cuidar de todos los participantes, la organización está formada por 922 personas, 86 vehículos, 3 trailers y 2 camiones rígidos. Se mueven más de 20.000 toneladas de material a lo largo de la carrera. Para las bicicletas, la organización te facilita una caja, la entregas desmontada y embalada, y ellos la transportan en camión hasta la salida y después se ocupan de la devolución hasta Barcelona. A nivel de soporte médico la organización también cuenta con un hospital de campaña de 100m2, 15 miembros de personal médico,2 ambulancias, 5 coches médicos de seguimiento en carrera y un helicóptero de seguridad. Los campamentos cuentan con una superýcie de 40.000 m2, una pequeña ciudad con todos sus servicios que va itinerando en las diferentes etapas del recorrido. 230 haimas de pernoctación con tres camas por haima, haima restaurante, haima Chilloout, 5 servicios mecánicos diferentes, 5 servicios de masaje, 40 duchas con agua caliente y 40 lavabos (hombres y mujeres separado), servicio de prensa, servicio participante….Todo ello garantiza una buena comodidad que te permite recuperarte después de cada etapa. A nivel de comida, la dieta es muy variada, con predominio de cocina marroquí pero también con arroz y pasta. A mi gusto la comida es buena y puedes recuperar todos los nutrientes gastados durante la carrera, recuperar las fuerzas y descansar sin problema. A modo de ejemplo, se consumieron 250.000 litros de agua y 700 kg de pasta. Han pasado 11 años des de mi última Titan y creo que la carrera ha madurado, se ha endurecido y ha mejorado. Para mi sigue siendo una carrera diferente que, si te gusta la aventura, debes disputar al menos una vez en la vida. El entorno es de los más diferentes que te puedes encontrar, realmente hostil, con altas temperaturas y donde las ruedas y la navegación marcan la diferencia. Una carrera que transcurre en el continente africano, diferente e inesperado, y que seguro que te marcará.Y recordarás toda la vida… Como dice Felix “Ce l´Afrique patron”.
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