Sus usuarios son una muy amplia y diversa tipología de perýles. Allí podemos encontrar desde el más radical, con una bici Racing y super ligera,dispuesto a participar en la carrera más dura y larga de Gravel, con más de 300 km non stop por todo tipo de pistas y senderos… Este usuario ya venía de la competición, y la nueva categoría lo ha atrapado. Pero también podemos encontrar el otro extremo, el amante de bikepacking, dispuesto a cargar en sus alforjas lo necesario para viajar relajadamente, disfrutando de los paisajes sin importarle el tiempo, dispuesto a parar en cualquier bonito paraje que se lo merezca para tomar un café, o acampar y pasar la noche para seguir al día siguiente con su ruta sin prisa, disfrutando del momento. También podemos hacer otra clasiýcación, donde podríamos hablar de ciclistas del mundo de MTB, con ganas de probar la carretera, la ruta, pero sin correr el riesgo de tráýco, de los coches. O a la inversa, ciclistas de carretera, con ganas de probar la montaña, pero sin complicarse con trialeras técnicas o descensos agresivos. Todos ellos con ganas de paisajes, aventura y distancia. Algunos ya la tienen como una segunda bicicleta que les permite complementar su otra bici. Este año ha sido el primero en que en los estudios que realizamos sobre el sector hemos catalogado la categoría Gravel de forma individual, lo cual nos permite tener de una vez cifras exactas de cuantas bicis de este tipo se vendieron realmente en 2021. Las expectativas que teníamos ya eran altas, pero quizás no tanto. La cifra es de 67.000 unidades en 2021, una cifra realmente buena para una categoría que hasta hace 3 años era casi una desconocida. Para tener un punto de referencia, los últimos 3 años se han vendido de media entre 90 y 100.000 bicicletas de carretera, que es una categoría muy estable. Y de golpe llega el gravel y en muy pocos años ya nos situamos en estas cantidades. Hay que partir de la base que en 2019 empezó a sonar el nombre, pero todavía la oferta era muy pequeña, eran muy pocas las marcas que tenían bicis concretas de gravel. Algunas utilizaban las de ciclocross, y otras bicis de carretera “adaptadas”. Después entramos en pandemia, y con ella, el boom del bike por un lado y los problemas en la cadena de suministro por otro. A pesar de todo ello, hoy en día son pocas las marcas que no disponen de un modelo de gravel en su catálogo, y la mayoría son básicamente marcas centradas en el urban. También tenemos al viajero, que ha encontrado su vehículo ideal para conocer mundo, o incluso el urbanita que la utiliza entre semana para desplazarse por la ciudad y el ýn de semana para desconectar en el monte. El Gravel poco a poco se ha implantado en toda la Península, lo que empezó siendo una moda solo en algunas zonas de España, especialmente en Cataluña. Hoy en día ya lo es en todo el territorio, y esto se ha notado también en las cifras. Las Bicis, tipos y subcategorías Con toda esta variedad de usuarios también se han creado muchas y diferentes subcategorías dentro del “paraguas” del Gravel para cubrir todas estas tipologías de “graveleros”. Con modelos más “Racing”: están diseñados para devorar kilómetros, ya sean pistas, senderos, o carreteras con asfalto en mal estado, ligeras, reactivas, más agresivas, en carbono y buscando la máxima rapidez y performance. Por otro lado, existen los modelos más enfocados al viaje y al bikepacking. Tienen geometrías más laxas y cómodas; y cuadros con múltiples anclajes para soportes que permitan montar alforjas, bolsas o portabultos. Los cuadros de gravel, en líneas generales, son de geometrías compactas, polivalentes, Foto: RH+ Foto:Trek Checkpoint
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