El triatlón se encuentra, después de un crecimiento espectacular en la primera década de este siglo XXI, en plena madurez. Racionalizándose, redimensionándose y cogiendo ritmos más lógicos. Y más adecuados.A muchos les habrá parecido que en estos últimos años ha reculado, pero no es así, ya que el número de licencias ha seguido creciendo tras el bache del 2015. En 2016 fueron 27.766, en 2017, 30.744, seguido por las 31.682 de 2018 y 32.174 en 2019. En realidad, lo que ha sucedido es que ha pasado de ser un deporte“nuevo y de moda” del que todo el mundo hablaba, a ser un deporte maduro, con un crecimiento más estable. Y aunque esta madurez le priva, a priori, de lograr grandes repuntes (algo que puede volver a suceder en cualquier momento), sí le asegura una estabilidad y unos mínimos su cientemente importantes, en practicantes y ventas, como para que, una vez redimensionado, y habiendo dejado atrás la etiqueta de “deporte de moda”, consiga evolucionar con relativa solvencia. La burbuja del triatlón parece que se ha deshinchado, pero las cifras dicen lo contrario. Es verdad que ya no se habla tanto de él; pero las licencias siguen creciendo y esto tiene mucho mérito, y más siendo un deporte tan sacri cado que aglutina tres disciplinas con todo lo que ello implica, sobretodo a nivel de entrenamiento y de material. Es un deporte muy “vistoso”, con una carga importante de “deporte aspiracional- deporte reto”, donde una gran parte de los practicantes ya son deportistas (corredor, nadador o ciclista) y, en un momento dado, se marcan el reto realizar un Triatlón, de probarlo. Lo preparan y lo realizan, pero solo una pequeña parte se engancha y continúa, seguramente por el sacri cio que representa entrenar tres disciplinas. En cierta manera es un poco un “deporte de paso”, pero ello le da mucho más valor a este incremento constante de licencias. Deportivamente hablando, España ha tenido y tiene siempre una buena cantera de atletas de primera categoría mundial, capaces de ganar IM y todo tipo de pruebas, incluso unos cuantos Campeonatos del Mundo. Desde Marcel Zamora a Javier Gómez Noya, pasando por Mola, Moya, Moreno, Raña, Llanos... Y esto también ayuda. El boom de practicantes que se dio no hace muchos años era del todo imprevisible, fue una auténtica El Triatlón, un deporte consolidado En Tradebike & Tri analizamos en profundiad el mercado del triatlón, que se encuentra, después de un crecimiento espectacular en la primera década de este siglo XXI, en plena madurez. este deporte, aun siendo todavía minoritario, ha conseguido construir una base muy sólida, tanto de practicantes como de oferta. Y, con el tiempo, con las cosas más calmadas, lo que deja la tormenta es un deporte consolidado y mucho más fuerte que hace una década. Probablemente su margen de crecimiento no sea tan amplio como el que muchos le auguraban hace apenas diez años, cuando empezó su espectacular auge (uno de los más importantes de los últimos años porcentualmente hablando), pero tanto el volumen de practicantes como el de ventas sigue siendo muy bueno. Camina a un ritmo mucho más lógico y, tras la previsible selección natural, se está asentando en el sector como un segmento fuerte, estable y capaz de generar bastante dinamismo en el universo del triatlón y, también, en el del bike, el running o la natación. Un deporte minoritario convertido en reto personal Hace apenas 15 años el triatlón era coto privado de algunos atrevidos y apenas había pruebas. Pero la nueva cultura deportiva que se impuso con la crisis de 2008 cambió radicalmente las cosas. De la noche a la mañana conceptos como el bienestar, la salud, el deporte y, sobre todo, la superación de retos personales, ganaron un peso muy importante. La superación personal emergió casi como un imperativo, y en este nuevo panorama, uno de los retos más tentadores fue, sin duda, el triatlón. Y el boom fue espectacular. En todo: en practicantes, en oferta y en pruebas. 13 a fondo moda.Lo que sí era previsible es que se viera frenada la oferta de productos y marcas, pues no deja de ser un deporte donde se suman tres disciplinas y cada una de ellas ya cuenta con su oferta propia a nivel de producto. Es verdad que, como decíamos, es un deporte vistoso, y hay productos y marcas especí cos de Triatlón, pero también muchas otras marcas especí cas de cada una de las diciplinas que han sacado su colección de TRI aprovechando la tirada de este. Una parte muy importante de los practicantes utiliza material “no especi co”, sus zapatillas de running de siempre, su neopreno de aguas abiertas o su bici de carretera con unos acoples y unas buenas ruedas. Hay pocos puristas, y ello se ve en las cifras de negocio. Probablemente, simplemente se haya producido una selección natural después del inevitable (por la idiosincrasia del sector) exceso de oferta -en producto y en tiendas-. Pero, en practicantes, la evolución sigue siendo positiva. Sobretodo porque, como hemos dicho, el crecimiento se mantiene estable. Y prueba de ello son no solo las pruebas que siguen llenando el calendario nacional, sino, por encima de todo, la rme apuesta que muchas marcas siguen haciendo por este deporte. Las especialistas y, también, las del universo running, bike y natación. Hoy por hoy, el triatlón es un segmento maduro y estable, con todo lo bueno que ello conlleva. Pasada la ebre exagerada que se dio hace apenas una década -con bastantes daños colaterales-
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