Es el momento de la bicicleta 2019 ha sido un año muy marcado por la emergencia climática. Por un lado, los efectos del calentamiento global continúan haciéndose notar, en una tendencia que seguirá al alza en los próximos años según las previsiones científicas. Por otra parte, la aparición de movimientos ecologistas como el de Fridays For Future, liderado por jóvenes de alrededor del mundo, ha puesto la cuestión del cambio climático en el centro del debate social y político. En este contexto, no hay duda que urgen soluciones para, al menos, frenar los efectos que pueden tener los cambios en el clima a nivel global. Y una de ellas, obligatoriamente, pasa por impulsar el transporte sostenible en las ciudades. Buses eléctricos, trenes o tranvías adquieren una importancia creciente en ese sentido, pero si hay un vehículo cuyo uso se debe potenciar, ese es la bicicleta. Nuestras ciudades ofrecen infinitas posibilidades de mejora del uso de la bicicleta para el día a día, y, aunque muchas de ellas pasen por limitar el uso de vehículos privados de combustión en las áreas urbanas, es necesaria una mejora de las infraestructuras. Los carriles bicis en las áreas céntricas,puentes y túneles para bicicletas, la implementación de equipamientos en los lugares de trabajo que permitan a los empleados acudir hasta Mucha gente en España sigue viendo la bicicleta como un vehículo para salir los fines de semana, es decir, como una actividad de ocio Mu en ch Es 98 opinión en la contra En pleno debate sobre cómo reducir la contaminación para luchar contra el cambio climático, la bici adopta un papel esencial en la movilidad cotidiana Por Joan Requena Redactor redaccion@tradebike.es allí pedaleando, como duchas o vestuarios, o la instalación de aparcamientos de bicicletas grandes, seguros y situados estratégicamente son algunos ejemplos de las medidas que se deberían empezar a tomar para hacer de la bicicleta un medio de transporte cotidiano y seguro. En ese sentido, la Red de Ciudades por la Bicicleta y ADIF llegaron a un acuerdo recientemente para impulsar la intermodalidad ferrocarril – bicicleta en las estaciones de tren, creando aparcamientos seguros para que los usuarios que vienen de fuera de la ciudad utilizando el ferrocarril puedan seguir eligiendo un transporte sostenible gracias a la bicicleta. Estos aparcamientos deben ser amplios, seguros y estar bien situados, cerca de vías ciclables para poder hacer lo más cómoda posible la transición del ferrocarril a la bicicleta,y al revés.Una medida para incentivar su uso sería hacerlos gratuitos por un tiempo limitado, y luego que el usuario abonara una pequeña cantidad,para así poder garantizar su mantenimiento y viabilidad. Adicionalmente, que estuvieran abiertos las 24 horas del día y que dispusieran de un sistema de localización de plazas libres, haría de la experiencia algo mucho más cómodo y atraería a más usuarios. Además de los carriles bicis urbanos, un aspecto en el que se debe trabajar son las vías interurbanas que conectan diversas poblaciones. Estos recorridos pueden ser clave para hacer que mucha gente que vive en las afueras o en las localidades metropolitanas pueda acceder a los centros urbanos con mayor fluidez, algo que incrementaría el porcentaje de usuarios que optarían por pedalear diariamente a sus empleos o estudios. Mucha gente en España sigue viendo la bicicleta como un vehículo para salir los fines de semana, es decir, como una actividad de ocio. Esa es, quizás, la diferencia más importante respecto a la cultura ciclista que tienen países como Holanda o Dinamarca, en los cuales sus ciudadanos ven la bicicleta como un medio en el que confiar para realizar sus actividades diarias. De este modo, no sólo contribuyen a generar menos contaminación, sino que consiguen liberar mucho espacio urbano, reducir los atascos, realizan ejercicio físico y se ahorran el coste de viajar en vehículo privado. Además, está demostrado que ir en bicicleta hace que socialicemos más con la gente y con nuestro entorno. de
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