72eventos La localidad gerundense de Sant Joan les Fonts acogió a finales del mes de septiembre una nueva edición del memorial 100x100 Tondo, una marcha cicloturista que vas más allá de la pasión por los pedales.Y es que en las nueve ediciones que lleva el, el motivo principal de su celebración es la de recordar al desaparecido Xavi Tondo. Como la misma organización reconoce, la marcha no quiere ser ni la más importante, ni la más dura ni la de más participación; simplemente quiere ser una jornada para recordarlo, y no hay mejor manera que hacerlo que pedaleando por las carretera donde se entrenaba y cuya belleza es indescriptible. Así,más de 500 ciclistas se dieron cita en la línea de salida para afrontar o bien la marcha larga con 126 km y 2.000 metros de desnivel o la ruta corta con 68 km y 900 metros. Para esta edición, la organización había preparado un nuevo desenlace de la versión larga, ya que los primeros 65 km -los que recorren la marcha corta- son compartidos y se han mantenido fieles desde la primera edición. Se trata de la vuelta por el Llac de Banyoles y la carretera que enlaza la misma localidad con Olot. Un tramo que se caracteriza por los constantes subes y bajas sin pendientes prolongadas y en el que encontramos el primer avituallamiento. De hecho, el inicio de la marcha es muy rápido, pudiendo rodar los primeros 15 kilómetros a más de 40 km/h de media, para después, una vez empiezan las primeras subidas, cada uno vaya cogiendo su ritmo. La 100x100 Tondo deslumbra con un recorrido lleno de sinuosidad La marcha congregó a participantes de alto nivel, como los profesionales David de la Cruz, Michael Woods o Jofre Cullell. Los participantes estuvieron siempre bien acompañados por motos de la organización y los Mossos que velaron en todo momento por su seguridad Lo i s p odo ad n to rid El ciclista catalán David de la Cruz (Team INEOS) llevaba el dorsal número 1. En la foto con Joel Nicolau (Caja Rural-Seguros RGA). El medallista olímpico en 2018 Michael Woods (EF Education First Pro Cycling) fue el participante más rápido con 3 horas y 22 minutos. La promesa del MTB español Jofre Cullell (Megamo Factory Team) también participó en la marcha. Una vez completada la primera vuelta y con los participantes de la marcha corta terminando su participación,los ciclistas que optaron por la versión larga enfilaron hacia el inédito Colldecarrera,una cima sin complicaciones pero con un último kilómetro infernal que recuerda, con suma precisión, al final de la subida del Coll de la Gallina en Andorra. El cemento de Portland con el que está asfaltado añade un punto de dificultad al tramo más duro de la prueba. Sin embargo, una vez coronado, encuentras el segundo avituallamiento. Es de justicia comentar que todos los avituallamientos son generosos y la oferta tanto de comida como de bebida es muy variada. Luego de una pequeña bajada, la carrera vuelve a enfilar para coronar la Vall del Bac, con un tramo de típicos toboganes con pendientes con mucho desnivel que seguramente a más de uno se le atragantó. Luego, des de Sant Pau de Segúries hasta el inicio del Coll de Santigosa compartimos carretera con la mítica marcha Terra de Remences, unos 10 kilómetros que se pueden afrontar a modo de contrarreloj. Y, finalmente, el Coll de Santigosa, donde encontramos el tercer y último avituallamiento y que no supera en ningún momento el 8%, por lo que da un respiro a las piernas que vienen de afrontar rampas exigentes. Para terminar, descenso del Coll de Canes, como en Terra de Remences, y llegada a meta. Sin duda se trata de una gran jornada de cicloturismo que para colofón final termina con una comida que la organización ofrece a cada participante, que puede elegir entre macarrones, quínoa o paella y una butifarra y tortilla de patatas, más frutos secos, plátanos, etc. Además, cabe comentar que en la bolsa corredor venía un cubrepunteras con el lema de la marcha: I Can I Will. Un regalo útil que huye de los típicos maillots o camisetas tan recurrentes.
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