33 Sain Jean de Pied de Port - Pamplona Logroño - Atapuerca Pamplona - Logroño Atapuerca - Carrion de los Condes El inicio del camino desde Saint Jean no ofrece ningún tipo de calentamiento, el camino se inicia con una larga y dura subida por una carretera en perfecto estado sin tráfico, cuya primera rampa ronda el 15%. Lo primero que destaca de esta bicicleta es su comodidad, ayudada por una posición relajada. Rápidamente llegamos al límite de los desarrollos debido a la pendiente y el peso que acarreamos , y nos preguntamos si no hubiera sido mejor un doble plato. Una vez que cogemos ritmo y entramos en calor los desarrollos nos permiten subir disfrutando de unos de los más bellos paisajes del Camino, las praderas de montaña del Pirineo navarro. Más de 20 kilómetros después por fin coronamos el Col de Lepoeder, e iniciamos el descenso a Roncesvalles. Esta primera etapa va a exigir a la Silex. Si en la subida hemos podido comprobar su rigidez y comodidad, gracias a su pipa sobredimensionada que favorece una postura erguida y cómoda en la bicicleta, en la subida de Mezquiriz y, sobre todo, en Erro así como en la estrecha senda hasta llegar a Zubiri comprobamos que la Silex se desenvuelve de un modo fenomenal en tramos rotos con piedra suelta, raíces y senderos revirados. En este sentido, contar con cubiertas con balón de 45 hacen que el paso por estos tramos sean asequibles y que lo podamos hacer disfrutando del recorrido, a pesar de que vamos lastrados con el peso de nuestras mochilas. En la segunda etapa, poco después de la salida de Pamplona, el Alto del Perdón vuelve a poner a prueba la capacidad de la Silex para ascender sobre tramos de piedra suelta, y nuevamente el comportamiento es excelente gracias a su rigidez y al balón de las cubiertas, que permite transitar este tipo de terrenos de un modo similar al de cualquier mountain bike. La bajada del Alto del Perdón, como ya hiciéramos en Erro, la realizamos por carretera debido a las recomendaciones que nos hacen desde guías como Bicigrino dónde no recomiendan esos tramos para ningún tipo de bicicleta, tampoco para mountain bike, si el objetivo es bajar montado disfrutando con peso. La segunda etapa hasta Logroño es un eterno sube y baja, que ni siquiera el vino que nos ofrece la Fuente de Irache mitiga. Es de agradecer en estas largas etapas la comodidad que aporte la bicicleta. En este sentido, y a pesar de que las bicicletas gravel no cuentan con suspensión, la Silex aporta soluciones para absorber las vibraciones. En concreto, su tecnología S-Flex que aporta una tija con cierre integrado, diseñada para permitir una mayor flexibilidad y que absorba parte de las vibraciones que llegan al sillín. El tamaño del balón de las cubiertas también aportan un extra de comodidad en lo que a la absorción de vibraciones se refiere. La tercera etapa plantea un recorrido similar, si bien empezamos a contar con pistas más anchas, donde empezamos a ganar algo de velocidad y donde comenzamos a aprovechar el contar con ruedas más finas que una mountain bike, alcanzando la conocida localidad de Atapuerca, famosa por contar con el yacimiento arqueológico dónde se han encontrado los restos del "primer" europeo, el homo antecessor. Antes deberemos superar el puerto de la Pedraja, que vuelve a contar con tramos donde la Silex vuelve a exhibir su capacidad por terrenos de piedra suelta con porcentaje o con algún paso técnico. En la bajada, como ya hemos comprobado en las realizadas por carretera observamos el correcto funcionamiento de los frenos de disco,que Mérida apoya con su tecnología Disc Cooler,un disipador de calor pensado para bajar la temperatura del disco y la pinza en bajadas de máxima exigencia, con el objetivo de mantener una menor temperatura para optimizar las propiedades de este tipo de frenada. La cuarta etapa nos enfrenta a Castilla y sus amplias llanuras hasta Carrión de los Condes. Pistas llanas y amplias, lugar donde las gravel se desenvuelven con extraordinaria soltura. La capacidad de este tipo de bicicleta para rodar rápido por este tipo de pistas es excepcional, y la Silex no se queda atrás.A pesar de ello, en este tipo de pistas es donde una rueda de 29" podría aportar inercias para mantener la velocidad o contribuir a la misma.Aquí cabe destacar la rigidez que aporta el conjunto.Tanto su cuadro y horquilla de carbono como sus ejes pasantes en ambas ruedas hacen que se aproveche cada gramo de fuerza gastado. Los ejes pasantes, que plantean un reto en el ciclismo de competición por los segundos adicionales que se pueden perder en un cambio de rueda, sólo aportan beneficios en el concepto gravel. Su rigidez y fiabilidad son valores extras, y en esta modalidad de ciclismo "sin prisas" de grandes rutas y admiración del paisaje, el hecho de sacrificar algunos segundos no ofrece obstáculo alguno para su utilización.
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