divertimento 84 Las salidas en grupeta: un valor añadido para el cliente Disfrutar todos juntos de nuestra pasión. Éste es el principal objetivo de las salidas en grupeta que continuamente organizan tiendas y clubes reuniendo así a clientes y amigos para darle a los pedales como si no hubiese mañana (incluso sabiendo que el lunes toca ir a trabajar). Se trata de actividades en las que el beneficio económico queda en una vertiente secundaria, y en la que los propietarios y máximos responsables del negocio pueden agradecer y devolver la confianza a sus clientes y socios. Así, el último fin de semana de julio fuimos invitados a la salida anual que organiza Bicicletes Tope (Sant Feliu de Guíxols). Una ruta que sale desde el nivel del mar y termina a más de 2000 metros, en la estación de esquí de Vallter. En total, 154 km contando la bajada hasta la localidad de Setcases, donde empieza el puerto, y más de 2800 metros de desnivel positivo acumulado, lo que se traduce en un buen entrenamiento para los pros y en un reto mayúsculo para los amateurs. En total, fuimos unos 40 ciclistas los que constituimos el pelotón. En lo relativo a la ruta, la salida desde Sant Feliu de Guíxols, localidad emblemática de la Costa Brava, enfila velozmente hacía la subida de Bell-lloc, puerto suave de unos 4 km al 5% de Ya sea cada fin de semana, trimestralmente o una vez al año, reunir a la masa social de la tienda o el club tiene múltiples beneficios, como la socialización o la fidelización. media. Una vez superados los primeros metros de desnivel, bajada hasta Llagostera y desde allí se toman varias carreteras comarcales para realizar el primera avituallamiento en el pueblo de Amer. Retomada la marcha, la carretera empieza a subir ligeramente,para llegar a Olot y recorrer la primera parte de la mítica marcha Terra de Remences, cuyo primer puerto es Capsacosta, con más de 8 km al 5% de media. En la cima se realiza el segundo avituallamiento, muy generoso en el que podemos encontrar fruta, gelatinas, frutos secos y tartas de Santiago hechas por los propios participantes. Y a partir de allí empieza lo bueno: si bien se iba en pelotón hasta entonces, a partir de la localidad de Camprodon cada uno coge su ritmo para poder llegar hacia la cima de Vallter, de categoría especial y que acostumbra a ser final de etapa en la Volta a Catalunya, con sus 12 km al 8% de media y unas rampas iniciales de auténtico escándalo. Pero más allá de la pedalada, que es la excusa principal de reunión, éste tipo de salidas tienen un valor añadido con respecto a las rutas que se hacen todos los sábados o domingos. Es la cita anual en la que nadie falla, ya que se trata de una jornada de cicloturismo por todo lo grande, que termina con una comida final en un restaurante donde todos los compañeros pueden compartir sus sensaciones durante la salida. Además, coincidiendo con la etapa final del Tour de Francia, los debates sobre esto y aquello afloran solos. En definitiva, un gran día de ciclismo rodeado de gente que vive nuestro deporte con gran pasión y una organización de diez, gentileza de Bicicletes Tope.
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