TB40 - TradeBike 40 - Especial Gravel y Triatlón

31 España sigue siendo un país referente para este deporte, tanto desde el ámbito profesional como el amateur Espa ateur Su crecimiento, uno de los más espectaculares en los últimos años -quizás comparable al de los primeros años de auge del pádel- no podía mantenerse en el tiempo, era obvio. La oferta se disparó muy por encima de la demanda, tanto en marcas como en tiendas, pero ahora, como era previsible y deseable, el ritmo es mucho más pausado.Y lógico.Y esto lo agradece todo el sector. España sigue siendo un país referente para este deporte, tanto desde el ámbito profesional como el amateur, y ahora ha entrado en una fase de madurez dónde la calidad, la sofisticación, es más importante que la cantidad. En todos los sentidos, desde el tipo de triatleta, pasando por los materiales o hasta las carreras. A día de hoy los eventos son mejores en organización y calidad, dónde los masivos siguen siendo los de larga distancia. La mediocridad queda en el pasado. El triatlón estuvo en boca de todos, por su polivalencia, por agrupar tres deportes en uno, por el reto que suponía su exigencia. Vivía un momento.También es un deporte que en España se puede practicar ya que hay buenas condiciones climáticas y pese a ser un deporte estacional, en nuestro país el tiempo afecta menos que en uno del norte, en especial en las Islas Canarias, donde el IronMan de Lanzarote es especialmente atractivo para todos los amantes de esta modalidad. Pero las modas, como todo el mundo sabe, son pasajeras. Y cuando pasan, pueden dejar detrás de su estela, o la nada, o una tendencia. Algo capaz de perdurar en el tiempo. De pasar de ser una moda a consolidarse como algo con fuerza e identidad. Es lo que está pasando con el triatlón, parece ser que un deporte consolidado, mucho más fuerte que hace una década, pero con mucho menos potencial del que muchos le auguraban cuando empezó su espectacular auge. Después de unos últimos años un poco frenéticos el triatlón parece haberse asentado. El material de triatlón no es precisamente barato. Todo son gastos: la cabra, las zapatillas de running, neopreno,… y todo suma. Además, llega un momento en que sus practicantes ya están equipados y no renuevan excesivamente el material. Es un deporte que implica mucho trabajo y muchos gastos. Esto se comporta como un obstáculo, un freno para muchos.Ahora, los que buscaban su reto hace unos años en el triatlón, se han pasado a otras modalidades similares, cuya exigencia les hacen igual de atractivos, como trail running, el swimrun o el trisnow, o han vuelto a sus antiguas disciplinas individuales, como el ciclismo el running, que implican no solo menos dinero, sino menos tiempo de entreno. Cabe decir que es un deporte de contrastes. Hace dos años, la previsión era al alza. Hace un año, el contexto cambió y se deshincó. Ahora, se mantiene en una incerteza constante, aunque hay esperanza y optimismo. El triatlón sigue siendo un deporte de referencia, pero obviamente no es lo que era hace unos años. Es un deporte muy interesante al tener tres segmentos radicalmente diferentes y esto hace que ganase adeptos de todos los lados.

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