a fondo 20 Especial Triatlón El crecimiento exponencial de este deporte se tradujo en un aumento irracional de tiendas, lo que provocó que muchas de ellas se vieran obligadas a cerrar El cr puestarias que carga de gastos a la organización hacen pedazos la ilusión y la dedicación de triatletas. La nueva normativa de la Dirección General de Tráfico hace realmente difícil tirar adelante cualquier prueba que no sea en un circuito cerrado o para cualquier organización que no sea de las grandes franquicias como Ironman o Challenge, en las que la Guardia Civil cierra el tráfico. Dificultades en las ventas Las ventas del triatlón se han estancado todavía más. El crecimiento exponencial de este deporte se tradujo en un aumento irracional de tiendas, lo que provocó una congestión tan enorme en el sector que muchas de ellas se vieron obligadas a cerrar por falta de beneficios. Una situación en que la oferta superaba con grandes dimensiones a la demanda, tanto en volúmenes de tienda como de marcas. Pensando en términos puramente económicos, fue una burbuja que, obviamente, tenía todos los números de estallar. Y así ha sido. La apertura de negocios dedicados solamente al triatlón fue desmesurada y totalmente ilógica. No estamos hablando de fútbol, de baloncesto o de practicar gimnasia en el colegio, unos segmentos en el mercado en los cuales tienes asegurado una gran cantidad de clientes potenciales y es la dirección del propio negocio la que, con una buena gestión, permite que las vendas tiren adelante sin problemas. Pero no, el triatlón no es futbol. Muchos olvidaron que, incluso con el susodicho boom, seguía siendo un deporte minoritario que con su cifra de practicantes no justificaba el aumento de tiendas especializadas. Porqué, además, cuando abres una tienda dedicada exclusivamente a una modalidad necesitas un tiempo para ganarte el prestigio, la confianza de los usuarios del sector. Una paciencia y unos sacrificios económicos que no todo el mundo ha podido soportar. Cabe tener en cuenta que el material de triatlón no es precisamente barato, por lo que llega un momento en que sus practicantes ya están equipados y no renuevan excesivamente el material. Como el propio deporte en sí, el negocio del triatlón también tiene mucha competencia comercial, porqué hay tiendas de running, de ciclismo y de natación. Y además, existen de muy buenas, con gente al frente con mucha visión. Un futuro incierto Ahora llega el momento post boom. Se abren varias posibilidades sobre cómo evolucionará la tendencia en el triatlón, aunque hay motivos para ser optimistas. La exigencia del triatlón lo convierte en un deporte único en el que el deportista se exprime al máximo para la gloria personal eterna, mucho más satisfactoria que ganar tres puntos. El triatlón seguirá captando deportistas, España mantendrá un equipo de profesionales al más alto nivel que serán referentes para las nuevas generaciones y, con mucho trabajo, los comerciantes profesionales se mantendrán atentos al continuo reajuste del mercado. rrar Foto: Diego Santamaria.
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