62 TB Marcas tan importantes como Levi’s, Nike, Adidas, Puma, Oakley, Lacoste, Rolex, y Louis Vuitton, entre muchísimas otras son dañadas año tras año con una ingente cantidad de falsificaciones de calidad inferior que no solo afectan a su imagen, sino que también afectan a sus ingresos, que se ven tremendamente mermados. Nuestro sector, el bike, no se libra de ello: existen falsificaciones de todo tipo de prendas textiles –ya sean maillots, culotes, chaquetas, guantes, calcetines, etc.–, gafas e incluso cascos. Imitaciones que, en función del uso que se les dé, pueden afectar negativamente al ciclista en menor o mayor medida. Un ejemplo serian las prendas falsificadas, que puede que no transpiren bien y hagan que el ciclista sude mucho más de lo normal produciéndole una gran incomodidad. Si nos fijamos en las gafas, esto ya es un poco más serio, porqué en caso de ponernos unas lentes falsificadas podemos reducir nuestra protección ocular y dañarnos la vista. Con los cascos puede llegar a ser aún más peligroso… Pero el mayor de los problemas que causan las imitaciones en nuestro sector viene determinado por las falsificaciones de nuestro material duro, nuestro vehículo: la bicicleta. Ese es un tema que desde se creó Tradebike&Tri quisimos tocar. Hay mucho que contar al respecto, pero intentaremos ser claros y concisos. Las falsificaciones de cuadros de bicicletas de primeras marcas están ahí, en la calle, y suponen un enorme riesgo para todos los que amamos y formamos parte de este sector. EL PRECIO DE COMPROMETER NUESTRA SEGURIDAD… Hacernos con una bicicleta falsificada nos genera, ya de entrada, el desconocimiento total de los controles de calidad y seguridad que haya podido pasar el cuadro. Eso debería de propiciarnos un sentimiento de desconfianza e inseguridad brutal. ¿Qué pasa si se nos parte el cuadro mientras pedaleamos? Además sabiendo que, en carretera, alcanzamos fácilmente velocidades de 60-70 km/h y un accidente a esas velocidades puede tener gravísimas –o incluso fatídicas– consecuencias. Consecuencias que no solo ocurren sobre el que utiliza una bicicleta falsificada, sino que también puede hacer que los de su alrededor se vean arrollados por su caída. El mundo de la mountain-bike, que tampoco se salva de las falsificaciones, no es un universo menos peligroso en caso que llevemos una bicicleta falsificada de la cual no conocemos las garantías de calidad ni de seguridad. En nuestras rutas por montaña, cargadas de baches, piedras, ramas y demás, una fractura del cuadro en un momento inoportuno puede originar también caídas con fatales consecuencias. En resumen, y apelando al refranero popular, afirmamos que en este caso “lo barato sale caro” y realmente puede salir muy caro: puede costarnos la vida o bien ocasionarnos lesiones irreversibles. Carece de sentido común pensar que un cuadro que cuesta hasta cuatro o cinco veces menos el precio del original ofrecerá las mismas prestaciones, sobre todo en términos de calidad y seguridad. PERFIL DEL COMPRADOR Suele ser un practicante y conocedor del mundo del ciclismo. Conoce varios modelos tope de gama y sueña con tener uno, aunque en muchos casos no puede pagar el precio de esa bicicleta. Por esa razón, busca una bicicleta que le permita lucirse entre sus amigos con una bici igual a la que usan las estrellas del pelotón profesional a un precio de bicicleta de aluminio de iniciación. La jugada perfecta. Sin embargo, uno de los más sorprendentes aspectos de todo ello es, sin lugar a dudas, que en la mayoría de casos en que un ciclista compra una bicicleta falsificada, este ya es consciente que la calidad y la seguridad no están garantidas. Un hecho que le convierte automáticamente en un inconsciente. Muchos consumidores potenciales oyen entre sus conocidos ciclistas la posibilidad de adquirir cuadros falsificados muy baratos. Además, muchos de ellos se dejan llevar por la típica –pero no correcta– afirmación de algún compañero que comenta: “las elaboran en la misma fábrica, y estas tienen pequeñas diferencias de diseño pero son igual de buenas”. Error. Por suerte, algunos de los compradores potenciales empiezan a navegar por internet y se dan cuenta que existe gente que ha explicado su nefasta experiencia a la hora de adquirir material falsificado que se le ha roto o le ha ocasionado peligrosos accidentes. ¿POR DÓNDE ENTRAN? ¿CÓMO LLEGAN AL CONSUMIDOR FINAL? Muchas son las vías por las cuales un consumidor puede llegar a tener en sus manos un cuadro o una bicicleta falsificada. En la mayoría de los casos, estos productos proceden del continente asiático. Eso supone una ventaja para los que se dedican al mundo de las falsificaciones, pues de entrada ya se conPinarello, una marca puntera víctima de las falsificaciones Bien es sabido por todos que los productos de primeras marcas, ya sean deportivos, de moda, de electrónica y de muchos más ámbitos son diariamente imitados y se venden a un precio muy inferior al precio del producto que imitan. Su calidad, además, también suele ser muy inferior en comparación al producto original. Las falsificaciones de cuadros de bicicletas de primeras marcas están ahí, en la calle, y suponen un enorme riesgo para todos los que amamos y formamos parte de este sector.
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