TB22 - TradeBike 22 - Especial Ferias

Tecnología con sentido Hoy en día se intentan aplicar nuevas tecnologías o innovaciones en todos los sectores y productos. Todos conocemos casos de éxito, como la aspiradora Rumba o el coche eléctrico. En otras ocasiones nos encontramos con que, o bien la tecnología no aporta ningún beneficio notable, o no se ha estudiado suficientemente su implementación. Un buen ejemplo de ello lo tenemos con la reciente adaptación de los frenos de disco a las bicicletas de carretera en competición. A pesar de que se habían puesto en duda los posibles beneficios de su implantación, el peso de las marcas de componentes fue definitivo para que la UCI aprobara su implementación a modo de prueba. El resultado: las heridas de Fran Ventoso causadas por cortes con el disco de freno tras un accidente demostraban que, a día de hoy, aún hay que mejorar para que su uso sea cien por cien seguro. Como en este caso, a la hora de aplicar nuevas tecnologías en las tiendas, debemos estar seguros que realmente conllevan una mejora para nuestro negocio, y que a la larga los resultados no van a ser más negativos que beneficiosos. Más vale desear que tener En tecnología hay ocasiones en que, al contrario de lo que nos marca la sabiduría popular, es mejor no disponer de ella a aplicarla sin haberlo pensado bien antes. Pongamos como ejemplo las web de muchos comercios. Quizás animados por algún amigo o por las múltiples llamadas comerciales ofreciendo una solución de e-commerce, muchos detallistas acaban implantando una página web por el simple hecho de tenerla. Muchas de estas páginas no dan una imagen adecuada de sus comercios o con el tiempo acaban obsoletas al no actualizarse. El efecto que se consigue es el contrario al deseado, ya que los clientes que buscan información online sobre nuestro negocio se llevan una mala primera impresión. Si bien el caso de internet es especial, ya que siempre es recomendable estar presente, es mucho mejor tener una página simple pero atractiva a una tienda online abandonada o de mala calidad. Para estar seguros de lo que necesitamos, siempre es mejor contactar primero con profesionales especializados que nos guíen en el proceso, y sobre todo tener en cuenta nuestras capacidades y las de nuestro equipo. El trabajo no se destruye, se transforma Antes de implementar una nueva solución, hay que analizar primero si contamos con los recursos suficientes (humanos y económicos) para sacarle partido. Y es que la tecnología, en muchas ocasiones nos ahorrará trabajo, pero la mayoría de veces requerirá una importante inversión previa. En un proyecto de innovación tecnológica no sólo hemos de tener en cuenta el coste de las herramientas y su mantenimiento. Normalmente, la adaptación de nuevas tecnologías requiere adquirir nuevos conocimientos, ya sea mediante la formación del personal o contratando a nuevos recursos especializados. Pongamos otro ejemplo, como puede ser el de un recomendador interactivo en tienda, un aparato que puede ayudarnos a complementar la atención al cliente y darnos información relevante sobre sus gustos y preferencias. Para su correcto funcionamiento deberemos dedicar un tiempo a subir contenido a ese dispositivo, y alguien tendrá que encargarse del análisis de los datos resultantes de su uso para que puedan ser utilizados en una correcta gestión de la tienda. Nuevas tecnologías, viejos errores Al igual que en la actualidad es importante enfocarse al mercado y no al producto, no debemos hacer de la innovación tecnológica el foco de nuestro negocio, o estaríamos cometiendo los mismos errores. Las nuevas tecnologías no son más que una herramienta que deben servirnos para conseguir nuestro fin: una mejor y más eficiente gestión de nuestras tiendas. Su simple adopción no va a conllevar un cambio en nuestro modelo de negocio, sino que debe ser un cambio de mentalidad el que nos lleve a adoptarlas. Por Robert Contreras Sportmas 100 TB

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