TRADEBIKE&TRI DEFIENDE LA PLURALIDAD Y LA PLENA LIBERTAD DE OPINIÓN, Y DE ACUERDO CON ESTA POLÍTICA ADMITE CUALQUIER TIPO DE COLABORACIÓN COHERENTE CON LOS CONTENIDOS DE LA REVISTA. NO OBSTANTE, NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EXPRESADAS POR SUS COLABORADORES NI DE LAS CONSECUENCIAS DE CUALQUIER TIPO QUE DE ELLAS SE DERIVEN, YA QUE DICHAS OPINIONES SE ENTIENDEN SIEMPRE A TÍTULO PERSONAL Y BAJO ENTERA RESPONSABILIDAD DEL AUTOR TB Un año más, a punto de hacer las maletas para una nueva edición de la Feria Eurobike, se me hace duro pensar que volveremos a perder un montón de horas entre esperas, aviones y más de 150km en coche de alquiler para llegar a Friedrichshafen para así poder ver los 1.300 expositores de 40 países distintos que estarán presentes este año en el salón. No me extraña que cada vez haya más profesionales españoles que se borren de este periplo. Un vía crucis que no acaba en el viaje, sino también, en la estancia, pues con un poco de suerte y con bastante antelación dormiremos a no menos de 20km de distancia del evento. Cada año me pregunto por estas fechas cómo puede ser que sólo los alemanes sean capaces de triunfar organizando ferias profesionales - e internacionales-. Y aunque no lo acabo de entender tiene mérito que lo consigan, aunque sea en medio de la Selva Negra alemana. Envidia sana, supongo, aunque últimamente en las grandes ferias de deportes, Ispo, y en especialmente, las que organiza Friedrichshafen -tanto la de outdoor como la de bike- la organización deja bastante que desear. Seguro que gran parte de la culpa está en que sus responsables siguen pensando que no les quedan competidores y que pueden seguir repartiéndose tranquilamente el pastel de las ferias deportivas entre ellos. De todas maneras, no creo que esto, ni la alternativa de Unibike, sea suficiente excusa para que un profesional que depende o vive de ello no acuda a Friedrichshafen a conocer de primera mano las últimas novedades del mercado, y por desgracia este año seguro que los españoles estaremos, una vez más, en familia. Una familia casi exclusiva de medios de comunicación, al igual que la reciente feria del outdoor, donde éramos más periodistas que detallistas. Y esto no es más que el claro reflejo de la realidad que vive el sector del bike en nuestro país, y en especial en la distribución. Seguramente, la actividad deportiva, con mejores perspectivas de crecimiento, con unos índices de práctica deportiva creciendo día a día, el bike sigue y seguirá lastrado si no hay una importante evolución o renovación del retail nacional. Un sector que le cuesta avanzar, donde salvo honrosas excepciones, los especialistas siguen anclados en el inmovilismo y el individualismo: el mismo perfil de ciclistas de hace cincuenta años, expertos en producto y parcos en gestión. Buenos ideólogos, pero nada innovadores. Ni más ni menos que el mismo perfil de profesional que utilizan muchas marcas para poderles hablar de tú a tú, del dictado de su religión y con ello fidelizarlos a cambio de protegerles con la exclusividad zonal. Como me decía un detallista: ¿Para qué necesito ir a Ferias si ya he estado en las convenciones de las marcas con las que trabajo en exclusiva? Así, ¡no vamos bien! JAUME FERRER Editor (jferrer@tradebike.es) El ciclismo en nuestro país sigue creciendo y, en especial, el sector de las bicicletas de carretera y de las eléctricas. El futuro para el road se vaticina más positivo y optimista. Los años venideros en el ciclismo van a ser decisivos. El mercado ciclista es y será un mercado complicado; muchas tiendas tendrán que reajustarse y adaptarse, habrá muchos movimientos y el exceso de stock –hay más oferta que demanda– pasará factura. A diferencia del ciclismo de competición, el nivel de practicantes y el crecimiento de las ventas siguen en auge. Un aspecto negativo que hay que añadir son los continuos siniestros en carretera por la falta de respeto permanente con el metro y medio de distancia… ¡Sí, claro que se está concienciando! Y se nota que se ha perdido miedo en la carretera… pero aún estamos lejos del objetivo final. Las cifras están siendo muy buenas en carretera, a diferencia del ciclismo en general, que ha crecido ligeramente, pero ya se empieza a notar el freno en las ventas de bicicletas de iniciación. Entre 2014 y 2015 ha habido un crecimiento del 20,54% en ventas de bicicletas de carretera, es decir, se han vendido 11.636 más que en 2015. Esto ha supuesto un crecimiento en valor del 26,38%, aunque el número de unidades vendidas sigue todavía muy lejos de las 513.714 bicicletas que se vendieron de mountain bike. ¿Y por qué este crecimiento? Es tan simple como que el road engancha: el cicloturismo crece. En las marchas cicloturistas cada vez hay más participantes. Sí, cada vez hay más aficionados compitiendo entre ellos y alardeando. Por este motivo, además de que mucha gente del mountain ya es oficialmente un practicante de la bicicleta de carretera, la máquina que se quiere tener tiene que ser de lo más. El producto tope de gama, en este aspecto, es el que triunfa. Se demanda gama alta, muchísima calidad, diseño, artesanía… todos estos conceptos que, junto a la ligereza y el carbono, hacen que tengas, léase con un toque de ironía, la más “pro”. Pero es la verdad: se quiere un producto súper elaborado, el más técnico. El querer emular a los grandes, el querer lo mejor de lo mejor aunque no se lo adecuado. En carretera, pese que las geometrías más cómodas siguen ganando peso, sigue habiendo mucho postureo y también mucho ciclista de toda la vida. Pero cabe decir que el público está cambiando. No obstante, a todo esto sumémosle que se están introduciendo una gran cantidad de aficionadas. Buenas noticias son, sin duda alguna. Ya no tienen miedo. Son mujeres valientes. El cicloturismo está dejando de ser exclusivo del hombre. Por otro lado, sí que es más preocupante el ciclismo de competición que se avecina. Andamos faltos de profesionalismo. Las generaciones campeonas ya han anunciado que se retiran o que les queda relativamente muy poco para hacerlo. Y, la verdad, no tengo muy claro cómo es el ciclismo nacional que viene. Sí que hay algunos ciclistas que están destinados a hacer algo grande, pero no es lo de hace unos años. Esta incertidumbre viene dada a que llegar a lo más alto es muy difícil, pese a tener una cantera potente. Ellos han sido los más afectados por la crisis y ahora empezamos a pagar el no haber hecho una apuesta más fuerte. Por lo tanto, debemos empezar a trabajar duramente, a creer en ellos y así poder volver a disfrutar de momentos gloriosos en el ciclismo. MIQUEL LÓPEZ-EGEA Redactor Jefe (miquel@tradebike.es) AYÚDANOS CON tus sugerencias: redaccion@tradebike.es ¡No vamos bien! Un futuro decisivo OPINIÓN 5 El futuro del road se vaticina más positivo y optimista. Los años venideros en el ciclismo van a ser decisivos. El comercio sigue anclado en la protección de las exclusividades zonales.
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