TB20 - TradeBike 20 - Especial Triatlón

TRADEBIKE&TRI DEFIENDE LA PLURALIDAD Y LA PLENA LIBERTAD DE OPINIÓN, Y DE ACUERDO CON ESTA POLÍTICA ADMITE CUALQUIER TIPO DE COLABORACIÓN COHERENTE CON LOS CONTENIDOS DE LA REVISTA. NO OBSTANTE, NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EXPRESADAS POR SUS COLABORADORES NI DE LAS CONSECUENCIAS DE CUALQUIER TIPO QUE DE ELLAS SE DERIVEN, YA QUE DICHAS OPINIONES SE ENTIENDEN SIEMPRE A TÍTULO PERSONAL Y BAJO ENTERA RESPONSABILIDAD DEL AUTOR TB Hace unos días, Ambe, la Asociación de Marcas de bicicletas española, presentó las principales conclusiones de su informe anual EL SECTOR DE LA BICICLETA EN CIFRAS 2015, estudio qué encarga desde hace tres años a nuestra consultora SportPanel. Las principales conclusiones del estudio vienen a indicar que el sector de la bicicleta sigue rodando fuerte. En España, las ventas de este mercado han crecido, respecto al año anterior, en un 8,62%. Y ya acumulan un incremento medio superior al 10% en los últimos seis años. Aunque la gran mayoría de las cifras indican que estamos ante un mercado sólido y con un gran potencial de crecimiento, especialmente en el contexto urbano y de movilidad, no es oro todo lo que reluce. Si se analizan en profundidad las cifras de mercado, el primer gran dato que hay que destacar y valorar para los próximos años, es el que hace referencia al volumen de nuevos aficionados a este deporte. Un volumen que empieza a ralentizarse, como también sucede en el running, el pádel o el triatlón, las otras tres grandes disciplinas que más han progresado en estos años de dura crisis económica (que no deportiva). En este último ejercicio, las ventas de bicicletas, el motor del sector, han tenido un moderado crecimiento del 1,40%, en unidades con respecto al año 2015. En valor, la cifra se amplía hasta casi el 8%. Este crecimiento ha sido principalmente fruto del fuerte incremento del precio medio (+6,39%) que han repercutido las marcas de bicicletas por las oscilaciones de cambio de moneda con respecto al dólar. Es decir, estamos ante un mercado que mueve mucho dinero, pero genera poco beneficio. Un sector todavía poco maduro, con una distribución muy arcaica, con excesiva intermediación, que comparte poco negocio, y con escaso margen y mínimo beneficio. Un sector donde las marcas todavía utilizan las exclusividades zonales como modelo de fidelización frente a la muticanalidad. Donde se siguen utilizando viejas fórmulas de gestión y donde las nuevas tecnologías brillan por su ausencia. Y de su falta de implementación no es solo culpable el comercio... JAUME FERRER Editor (jferrer@tradebike.es) Amor y odio desprende la bicicleta; tanto es así que ha despertado un boom irreconocible entre la sociedad a lo largo de estos últimos años. Es una burbuja que no parece deshincharse. La bicicleta es un transporte sano, un símbolo de salud y ecologismo, un icono de las marcas en sus campañas y el logotipo del cambio social. Pero la bicicleta genera mil y un debates y uno de ellos lo encontramos en la ciudad. Por un lado, tenemos a los peatones que se quejan y están hartos de los ciclistas. Por otro lado, a ciclistas que se rinden ante los accidentes y los robos. También hay que añadir a los taxistas cansados de que se vaya incumpliendo la normativa de tráfico -aunque ellos sean de los primeros en apretar por detrás-. Pero esto no termina aquí, no es solo en la ciudad: en la montaña tenemos las famosas trampas y, en la carretera, más de lo mismo. Los políticos alardean en sus mítines de cuántos kilómetros tienen sus ciudades (aunque la ciudad no esté preparada) y los hoteleros se frotan las manos viendo el nuevo cliente: el cicloturista. Hace un par de meses leí en las redes sociales la opinión de un político del Pi-Proposta per les Illes quejándose de la situación que vivió la isla de Mallorca durante la Mallorca 312. “Hay gente que trabaja en la carretera, tenemos que tener mil ojos en la carretera, Mallorca no es exclusiva para ellos”, se lamentaba. Unos no circulan bien y otros no respetan nada. El debate estaba servido. Hemos pasado de discutir sobre las fiestas desenfrenadas en Magaluf a discutir sobre la bicicleta. Por otro lado, tenemos a las marchas cicloturistas, las cuales van al unísono con el postureo, convirtiéndose en un pique constante y llevando al cuerpo hacia el límite, pero a los límites del peligro, para aparentar lo que no se es. Y por suerte, al otro lado, también tenemos a aquellos que compiten contra sí mismos en un triatlón de larga distancia o al mecánico que contra viento, sol y arena se marca sus 40 horas entre Barcelona y San Sebastián por placer, sin trucos, haciendo una hazaña en solitario, sin buscar el reconocimiento mediático ni la fama. Solo quiere ganar contra sí mismo. Mientras, la Operación Puerto vuelve a llenar las páginas de los periódicos una vez más. Han sido diez años de linchamento mediático al ciclismo -y al atletismomientras otros deportes afectados ni tan solo han sido nombrados. Hay algunos que no se pueden tocar. Pero de las cenizas resurgió el fénix. Así que como pueden ver la bicicleta es un eterno debate. Un tema muy presente. Está más vivo que nunca, con debates en todos sus ámbitos: desde la competición más estricta hasta dentro del ciclismo urbano. Pero aquí estamos y aquí seguiremos. MIQUEL LÓPEZ-EGEA Redactor Jefe (miquel@tradebike.es) AYÚDANOS CON tus sugerencias: redaccion@tradebike.es La otra cara del bike Un curioso debate OPINIÓN 3 La bicicleta es un transporte sano, un símbolo de salud y ecologismo, un icono de las marcas en sus campañas y el logotipo del cambio social. Pero la bicicleta genera mil y un debates. Estamos ante un mercado que mueve mucho dinero, pero genera poco beneficio.

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