32 TB ¿Cuál es el neopreno más adecuado para el cliente? 1) Advertir al cliente que el ejercicio de probarse un neopreno es una tarea difícil y más si es la primera vez. Dejarle claro que tardará un rato en hacerlo y que durante el proceso es posible que llegue a sudar para conseguirlo y/o que precise de la ayuda del dependiente. 2) Mostrar al cliente el estado del neopreno que se probará con la intención de dejar claro que está en perfectas condiciones: no tiene arañazos ni tampoco roturas. Le podemos dar la vuelta al neopreno y disponerlo adecuadamente para que el cliente entre las piernas. 3) Disponer de guantes de plástico o ropa suave o, en su defecto, guantes de gasolinera o bolsas transparentes como las que se usan para congelar alimentos. Los usaremos para que el cliente se los ponga en manos y pies. Esto, además de facilitar la tarea de enfundarnos el neopreno, sirve para que el cliente no arañe con sus uñas el neopreno, cosa muy habitual. 4) Hacer entender al cliente que el neopreno no se estira hasta el infinito y que se puede romper. Hace falta desplazarlo siempre poco a poco, casi centímetro a centímetro, sujetándolo con la parte interior de los dedos o las palmas de las manos, sin utilizar las uñas. 5) Una vez puesto, ayudar al cliente a situar bien el neopreno sobre el cuerpo. Es importante que las partes más elásticas del neopreno queden perfectamente situadas en las partes que requieren movilidad, como ahora los brazos. 6) Es importante saber explicar que el proceso de quitarse el neopreno exige también una metodología y que no se puede simplemente tirar de él para sacarlo. 7) Disponer de algunos modelos, en varias tallas, que sirvan para probador. Esa es, sin duda, la pregunta del millón. Sin embargo, uno de los factores clave a la hora de responder a esta pregunta vendrá determinado por el tipo de nadador o deportista que es nuestro cliente –o el que cree que es–. En primer lugar debemos averiguar el porqué de su decisión de comprar un neopreno, ya sea para nadar en el mar en invierno o verano o bien para competir en triatlones o, también puede ser debido a la insistencia de un amigo que le ha dicho que ya no puede seguir sin comprarse uno. Todos estos datos son importantísimos para que podamos indicarle entre toda la variedad de neoprenos cuál es el que más se ajusta a sus necesidades. Por ejemplo, un triatleta busca performance, busca rendimiento y prestaciones. En cambio, un nadador que nada en el mar prima otros aspectos como protegerse del frío, facilidad al poner y quitar, etc. UNA SITUACIÓN CONTROVERTIDA: EL NEOPRENO Y EL PROBADOR Uno de los más difíciles escenarios en que se puede encontrar un dependiente es dejar probarse un neopreno a un cliente. Bien es sabido que un neopreno es, sobre todo fuera del agua, género frágil y demasiado caro como para ir jugando con él. Por esa razón fuimos a la tienda Esportissim de Barcelona a vivir la experiencia de probarse un neopreno antes de comprarlo. Según los responsables de esta tienda, con una dilatada experiencia en el campo de los neoprenos, primeramente hay que saber delimitar cuáles son los dos o tres neoprenos que más se ajustan a las necesidades del cliente que tenemos delante, y todo esto sin invertir un tiempo excesivo en las explicaciones. Entre los dos o tres neoprenos finalistas se deberá de escoger, ya sea por criterios como el gusto o las preferencias más visuales del cliente o bien por el precio, el neopreno que se probará este. No podemos caer en el error de dejar probar cantidad de neoprenos a un mismo cliente por razones como el tiempo o el riesgo de roturas. CONSEJOS EN EL PROBADOR con la colaboración de
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