TB2 - TradeBike 2 - Especial Road

TRADEBIKE&TRI DEFIENDE LA PLURALIDAD Y LA PLENA LIBERTAD DE OPINIÓN, Y DE ACUERDO CON ESTA POLÍTICA ADMITE CUALQUIER TIPO DE COLABORACIÓN COHERENTE CON LOS CONTENIDOS DE LA REVISTA. NO OBSTANTE, NO SE HACE RESPONSABLE DE LAS OPINIONES EXPRESADAS POR SUS COLABORADORES NI DE LAS CONSECUENCIAS DE CUALQUIER TIPO QUE DE ELLAS SE DERIVEN, YA QUE DICHAS OPINIONES SE ENTIENDEN SIEMPRE A TÍTULO PERSONAL Y BAJO ENTERA RESPONSABILIDAD DEL AUTOR TB Hemos pasado un duro invierno en el que el tiempo no ha acompañado ni a la práctica, ni a la motivación ni al consumo. Un invierno con una crisis que parece no acabar y que ha afectado, también, al ciclismo. Un invierno en el que, tras muchas buenas temporadas, hemos empezado a dudar del futuro tras tantos años de bonanza. Pero, con la primavera y el verano, ha llegado la temporada, el buen tiempo, las salidas, las carreras en la tele, el ambiente… y las ventas. Es momento de aprovechar la temporada, renovar nuestros stocks e ir preparando nuestro negocio para el futuro; un futuro que no puede estar de espaldas a internet; un futuro que se abre a las novedades técnicas, a los cambios electrónicos, a las 29 y a las 27,5, a los frenos de disco en carretera y a tantas otras novedades; un futuro en el que nuestro negocio tiene que estar preparado y ser capaz de ofrecer algo más que los precios que ofrece una lejana web; tiene que ofrecer servicio, sensaciones, experiencias, consejos, confianza, proximidad… y siempre con una apurada selección de producto y con un perfecto orden para que, en aquellos momentos en que el cliente potencial acude a la tienda a mirar, no pueda resistir el impulso de comprar, de tenerlo ya, sin esperar a que les llegue el pedido por correo. Pero ello implicará, también, no desaprovechar las oportunidades de vender productos de otras temporadas aunque sea con sacrificios. Es el momento, porque ahora hay venta y en invierno hay menos actividad. Hay que capitalizar, convertir el stock antiguo en dinero para luego poder tener producto nuevo y atractivo. Y en este sentido, es importante tener en cuenta la disyuntiva que conllevan las nuevas 29 y 27,5: debemos tener muy claro que sucederá con el 26 (bicicletas, llantas, horquillas…) y buscar salida para este material con un futuro incierto. Todo ello antes que el problema sea demasiado grande y tengamos que empezar a provisionar en la cuenta de pérdidas. Aprovechemos la temporada y miremos hacia un futuro de oportunidades… pero con unos deberes que cumplir. ¡Es el momento! TONI AMAT Director (toni@tradebike.es) Por muchos de nosotros es bien sabido que en los últimos años, y con la que está cayendo, el cliente ha cambiado mucho sus hábitos de compra por la flagrante reducción del poder adquisitivo que, más o menos, todos hemos padecido. Como es normal, dicho cliente ha dado prioridad, por encima de muchos otros factores, al precio. Ya sea buscando el producto que quiere en otro sitio o, mucho más probable, en Internet. Por lo visto, el cliente se mueve buscando el máximo ahorro. Pero, por experiencia, no siempre sale bien la jugada de comprar un artículo por algunos euros de menos… Y es ahí donde las tiendas deben plantearse el hecho de jugar un papel distinto, diferenciador, que haga que el cliente sepa exactamente que el dinero que paga de más por un artículo –respecto al mismo producto en otras tiendas o en los siempre temidos portales de Internet– se convierte en una inversión que retorna en forma de servicio, atención, postventa, etc. Debe ser así. Esas son las fuerzas que debemos trabajar desde nuestra tienda. No basta con tener un buen stock en exposición ni, tampoco, las últimas novedades en el escaparate… Lo que podemos ofrecer a un cliente debe ir más enfocado a los sentimientos –algo que nunca podrá ofrecer un portal de Internet–. Debemos hacer que cuando un cliente pise nuestra tienda se sienta como en casa. Debe poder observar, tocar, y pasar un buen rato rodeado de una gran cantidad de artículos que, seguramente, desea y se imagina con ellos en sus ratos felices de deporte. A menudo es mejor dejarle hacer, no interrumpirle ni intentar saber rápidamente que es lo que busca. Muchas veces el cliente está más informado que el dependiente y solo conseguiremos que se disguste. El comprador potencial debe sentirse relajado, sin presión ni, tampoco, sintiendo la mirada furtiva de algunos dependientes que clavan los ojos en su nuca, incomodándole y poniendo es riesgo la venta y, también, las futuras visitas. Tenemos una gran suerte y debemos ser conscientes de ello: la gran mayoría de clientes que pisan una tienda de ciclismo o triatlón acuden a ella para informarse o comprar un artículo que formará parte de su ocio, de sus hobbies, de su distracción. Eso es nuestro gran capital. Por lo tanto, es importante que sepamos cuáles son nuestras armas a la hora de hacer que un cliente se sienta a gusto en nuestra tienda. Cosas tan simples y cotidianas como llamarle por su nombre de pila o preguntarle acerca de su última salida en bici pueden hacer que un cliente establezca un fuerte vínculo con nuestra tienda y valore muy positivamente los euros que invierte en ella. ¿A quién no le gusta sentirse parte de algo; ser reconocido y bienvenido a un lugar? JORDI MEMBRIVES Redactor Jefe (jordi@tradebike.es) AYUDANOS CON tus sugerencias: tradebike@tradebike.es Después de un duro invierno… Nuestra gran suerte OPINION 3

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