tación y disminuye el peso global eliminando las imperfecciones que se pudieran dar en el proceso, ya sea por restos de material o por burbujas de aire que debilitarían la estructura. Todo ello mejora la seguridad de los cuadros por encima del estándar de la industria. Think2 Este concepto se aplica al diseño de los cuadros Pinarello, realizado unos cuadros compatibles para grupos electrónicos o manuales, capaces de montar tanto grupos Shimano como Campagnolo sin mayores modificaciones, gracias a una guía interna especialmente diseñado para ello. Toray Hace siete años Pinarello cerró un acuerdo por el cual pasaban a ser socios, con la empresa japonesa Toray, el líder mundial en desarrollo, innovación y fabricación de fibras especiales, el proveedor más importante de la industria aeroespacial. Con este acuerdo Pinarello se garantizaba el suministro del mejor carbono así como el constante desarrollo y mejora del mismo. Hoy en día dispone de diferentes evoluciones de Carbono, el top es Torayca 65HM1K endurecido con resina con nanoparticulas que proporciona un 59% más de resistencia sobre el carbono convencional. La Pinarello Prince Durante años el modelo Prince fue top de la gama La Pinarello, hasta la aparición de la Dogma. En 2015 la legendaria marca decide recuperar el prestigioso nombre de la Prince para ofrecernos casi las mismas prestaciones de la Dogma 65.1, el top de gama 2014. Los moldes utilizados para fabricar el cuadro son los mismos, pero a un precio un poco más asequible, y situa el modelo Prince en la tercera posición del pódium de Pinarello. La diferencia está en el Carbono utilizado, concretamente en la resina que se utiliza para compactar, en todo caso el Carbono utilizado es el Torayca 60HM3K el carbono más prestigioso hasta 2014, pero la evolución no cesa y este año ya existe un carbono superior, ello implica un poco más de peso, ciento y poco gramos, y un poco menos de rigidez respecto a la Dogma 65.1 2015, la misma que la 2014… Sensaciones La Transpyr Road era un test muy muy exigente. Reconozco que inicialmente tuve mis dudas, pues recibí la bici dos semanas antes, pero con mucho trabajo y poco tiempo para probarla y acostumbrarme a ella. Por otra parte. me apetecía mucho hacer la Transpyr con esta bici y acabarla, pero eran muchos días y muchos kms si no me adaptaba bien. ¿Sería una bici demasiado racing para una prueba como esta en un momento en que las bicis menos radicales y más confortables ganan protagonismo? Lo primero fue ajustarla a mi medida, recibí una talla 54 (recordemos que Pinarello tiene un total de 13 tallas diferentes para adaptarse al máximo a todos sus usuarios) y acabar de adaptarla para la carrera. Cambié el casette por uno mayor, un 29, al final quizás incluso uno más grande me hubiera ido mejor, no olvidemos que fueron 7 días y 19.500 metros de desnivel, con puertos realmente duros, por ejemplo el de Pradell que cuenta con una rampa de hormigón del 23% de desnivel. También tendría que acostumbrarme al tacto Campagnolo, siempre he sido usuario de Shimano y en ocasiones de SRAM. Otro de los hándicaps era que la Prince montaba unas preciosas ruedas Campagnolo Bora de perfil 45, pero con neumáticos tubulares, con todo lo bueno en cuanto a comportamiento y tacto; y todo lo malo a la hora de reparar o cargar con recambio (o sea otro tubular). Para una cicloturista tan larga hubiera sido mejor las clásicas cubiertas con cámara. Bueno finalmente la Transpyr comenzó, y el primer un día con 145km y 2800 metros de desnivel positivo a una temperatura de 35 grados fueron suficientes para adaptarme a la bici. A pesar de estar catalogada como una bici racing ha sido lo suficientemente “confortable” para no tener que acordarme en cada momento utilizaba una bici racing, y poder acabar la Transpyr sin ningún tipo de molestia ni dolencia; todo ello después de subir y bajar 44 puertos. Puertos donde la rigidez y manejabilidad del cuadro me han permitido subir cómodo, aprovechando toda la fuerza y empuje de mis piernas. En llano es muy aerodinámica y las Campagnolo Bora la hacían silbar como si estuviera en una tri. Por otro lado, baja bien, muy bien, con trazada muy cómodas, con un cuadro nada nervioso, muy manejable, con el feeling de dominar la bici en todo momento, de controlarla, y reconozco que de mi pasado motorista me gusta bajar y bajar rápido y mis 85kg ayudan. También quiero destacar la frenada, una vez te acostumbras al tacto la frenada es noble y realmente buena. Resaltar también que en toda carrera el único mantenimiento necesario ha sido trapo, una bici así no puede llevarse sucia; comprobar las presiones de los tubulares cada mañana, por algo son tubulares, y a 20 km de Hondarribia cambiar un tubular por reventón, después preocuparme todos los días por si pincharía finalmente tuve que esmerarme y hacerlo (ya sabemos hacer una cosa más). Por 20 kms. Han sido muchos días, muchos km´s y mucho desnivel, una prueba súper completa, en todo tipo de pendientes y asfaltos, desde los más nuevos y recientes, a asfaltos rotos o incluso camino donde el asfalto eran simplemente restos, tramos de hormigón, gravilla o incluso arena, la Transpyr da para todo esto y más. Sinceramente el comportamiento de la Pinarello Prince ha sido exquisito, sin una mala reacción, ni un imprevisto. Una grandísima compañera de sufrimientos y fatigas, nunca mejor dicho, pero la compañera que todos deseamos, fiable, versátil, bonita, elegante, noble y de buena cuna. Fotos cedidas por Fotosportbcn. Toni Amat Director de Tradebike&Tri TB 29
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