Clase avanzada sobre las e-bikes La tecnología del sistema eléctrico de las ebikes se caracteriza por su enorme sencillez. Hablamos de un sistema de solo cuatro componentes (más display) que nada tiene que ver con la tecnología de los vehículos a motor convencionales. Más abajo explicamos cómo se calcula la autonomía de una bicicleta y su capacidad real. La bicicleta eléctrica tiene un servicio postventa más allá que una convencional y la relación con el fabricante es muy importante porque hay componentes que son universales pero hay muchos otros que solo te los podrá proporcionar tu fabricante. El controlador El controlador es el alma del sistema eléctrico. Es la cabeza pensante o centro de operaciones desde donde se organizan todas las funciones del sistema. El controlador no es más que una centralita compuesta de una carcasa de aluminio (de unos 6x10cm) con una placa electrónica desde la que salen una serie de cables con conexiones que van al resto de los componentes (batería, motor...). El controlador determina las siguientes tareas como cuándo entra el motor a asistir, cuánta ayuda proporciona el motor, la velocidad (máxima) y el corte de corriente por baja tensión/voltaje o por alta temperatura en motor o batería. Aunque resulta muy intuitivo, hoy en día, la mayoría de controladores lleva los cables etiquetados, para que sea aún más sencillo saber a qué componente hay que conectar. Los controladores son estancos y tienen un índice muy bajo de incidencias (generalmente, fallos en puntos de soldadura de la placa base). Dado su bajo coste, en caso de avería suelen reemplazarse. El motor Tradicionalmente, tenemos dos tipos de motores para ebikes en el mercado: motores con escobillas y motores DC sin escobillas (o brushless). Los primeros ya han quedado obsoletos y hoy en día es difícil encontrar una ebike en el mercado que monte este tipo de motor. Las diferencias entre motores las encontramos atendiendo a su ubicación en la ebike. Básicamente, tenemos: -Motores hub (buje) delantero y trasero. -Motores centrales, ubicados en el eje pedalier. La inmensa mayoría de bicicletas eléctricas utilizan motores hub debido a su sencillez y bajo costo. Además están sellados y en su mayoría no necesitan mantenimiento. Los motores centrales mejoran el centro de gravedad de la bicicleta y suelen contar con mayores prestaciones. Grandes casas como BOSCH o Panasonic han apostado estos últimos años por la fabricación de este tipo de motores. El sensor Desde el sensor se inicia el funcionamiento del sistema eléctrico, ya que es el componente que detecta el pedaleo necesario para accionar el motor. Existen fundamentalmente dos tipos de sensores en el mercado: El sensor de par o torque sensor y el sensor de movimiento (cadencia) o speed sensor. El primero es capaz de medir la fuerza ejercida por el ciclista a la cadena a través del golpe de pedal. Cuanto más fuerte es el pedaleo, mayor asistencia se recibe del motor. Con este sensor se optimiza el consumo de la batería pero se tiende a una velocidad de pedaleo lenta y pesada, y por lo tanto poco saludable. El sensor de movimiento detecta la velocidad de rotación de las bielas. Cuanto más rápido giran, más asistencia da al motor. Las mayores ventajas respecto al torque sensor son su sencillez y bajo costo. - ESPECIAL URBAN Y EBIKE - 32 TB
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