38 TB Dieta, estilo de vida y suplementación deportiva para larga distancia No soy nutricionista ni médico deportivo, soy arquitecto y, en mi escaso tiempo libre, triatleta de larga distancia amateur, pero derivado de mis antiguos problemas con la suplementación en competición desde finales de los 90, me apasiona el mundo de la nutrición y la suplementación, de ahí mi actual trabajo como máximo responsable de 226ERS. Hay un enorme desconocimiento, cada vez menos, acerca de la suplementación antes durante y después del ejercicio. Acentuado por el hecho de que, en muchos asuntos, no hay consenso a nivel científico. Esto, que parece un absurdo y hace que parezca que cada uno va por libre, no es más que consecuencia de la respuesta individual de cada uno de los deportistas, la adecuación a un tipo de dieta y suplementación, y su capacidad de adaptación a la misma. Desde hace unos años, en concreto desde verano de 2010, sigo una dieta basada en conceptos evolutivos, también llamada Paleo dieta. Desde que iniciara a aplicar esta dieta, la eliminación de ciertos alimentos consiguió que mis digestiones mejoraran, se hicieran más rápidas y menos pesadas. Al mismo tiempo, sin variar mi masa corporal, variaron los porcentajes de masa magra y grasa, aumentando los primeros en contra de los segundos. Mi rendimiento mejoró y los problemas en competición a partir de las 7-8 horas, provocados por isquemias en el aparato digestivo, desaparecieron en la mayoría de las competiciones posteriores. Estos conceptos evolutivos aplicados a la dieta, también se pueden aplicar a la suplementación deportiva, pero es complicado de explicar ya que para ello se tiene que tener un conocimiento en profundidad de las reacciones y mecanismos del organismo, que siempre son individualizados y no aplicables a todo el mundo, es por esto que en detalle, en estas cuestiones, tampoco hay consenso, aunque si lo hay en rasgos generales. Porque hagamos deporte no vale comer todo lo que uno quiera, si estamos pensando en cuidarnos y rendir más. No solo hay que contar calorías, sino la riqueza en nutrientes de aquello que estamos comiendo, la procedencia y los añadidos que pueda contener. Para hacerlo fácil hay que evitar los azúcares, productos refinados y procesados, y convertir los hábitos poco saludables en “anecdóticos” (alcohol, exceso de cereales refinados como el pan blanco, la pasta o las grasas). Para una adecuada suplementación deportiva deberemos tener en cuenta factores personales o internos, es decir que pretendemos con esa suplementación, en qué momento del temporada estamos, que estamos trabajando o que pretendemos conseguir (incremento de una capacidad física, mejorar metabolismo de grasas, optimizar la ingesta de carbohidratos o incluso reducir nuestro peso).
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