l contenido crecimiento de la construcción en los últimos años y el decidido y continuado incremento de las reformas del hogar están resultando muy positivos para el sector de la porcelana sanitaria en general y de los inodoros en particular. Prueba de ello es que, según datos de Andimac, la patronal de la reforma, las reformas del baño crecieron un 5% en 2019. Entre ellas, casi el 90% estuvieron relacionadas con recambios y reparaciones menores y un 10% fueron reformas completas. Teniendo en cuenta que, después de la zona del lavabo, el inodoro es uno de los elementos que más se cambia al hacer la reforma del baño, está claro que el mercado del inodoro está en alza. Y no parece que esta tendencia vaya a cambiar, a pesar de la incierta situación actual. «De hecho, los estudios demuestran que el confinamiento ha hecho aumentar la intención de hacer reformas por parte de muchos hogares en nuestro país. De todos modos, todavía es pronto para hacer pronósticos porque estamos viviendo un momento muy incierto a nivel mundial», aseguran al respecto desde la firma especialista Geberit. Higiene ante todo Las tendencias en inodoros se focalizan, de forma prioritaria, en la higiene de estos equipamientos, seguida muy de cerca por la sostenibilidad en cuanto a ahorro de agua y, por último, en cuestiones de diseño. Inodoros suspendidos, que no se apoyan en el suelo y facilitan la limpieza del baño, combinados con cisternas empotradas, que no provocan recovecos o zonas en las que se pueda acumular suciedad son una de las tendencias más claras que nos apuntan desde Geberit. «Respecto a las principales novedades incorporadas en su diseño interior, la tendencia es la creación de inodoros lisos, sin rebordes o bridas para la salida del agua, que resultan muy fáciles de limpiar. También se están incorporando importantes innovaciones en el diseño de la geometría interior de la taza y ya existen en el mercado inodoros que se limpian eficazmente después de su uso con caudales de descarga de tan solo 3 litros y generan un significativo ahorro de agua», añade el director de marketing de la firma. Y es que, como explican desde Noken, «los inodoros tradicionales incorporan un aro o brida por el cual descarga el agua de la cisterna en el interior de la taza. Un obstáculo que desde siempre ha dificultado la limpieza en el baño, fomentando la acumulación de suciedad, cal y bacterias, y la formación de gérmenes. La apuesta constante por conseguir desarrollos que contribuyan a alcanzar una higiene fácil y eficaz, nos llevan a buscar 44 SANITARISTA'S
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