En suma, como explican en Manaut, «que el concepto de eficiencia energética se traduzca en ahorros reales, además de la necesaria sostenibilidad y respeto por el entorno». La tendencia es sacar más provecho de los beneficios de la condensación, para lo cual se combina la condensación con la termorregulación. A nivel de calderas, como explica Thibaud Forest, de Ariston, «esto se traduce en una optimización mayor de los consumos energéticos a través de una termorregulación climática adecuada, un rango de modulación alto asociados a la tecnología de condensación». Una regulación más precisa, mediante la posibilidad de trabajar con punto variable de temperatura de ida de calefacción, permite reducir al máximo la temperatura de retorno y condensar más. En este sentido, una bomba modulante en continuo se acerca a la necesidad real de calefacción y reduce al máximo la temperatura de envío del agua en la instalación, minimizando el consumo de energía eléctrica. De hecho, los circuitos modulantes, contemplados en la ErP, serán obligatorios a partir de 2015. Con el mismo objetivo de condensar más, se busca alcanzar un rango de modulación lo más elevado posible en calefacción, de 1:10, a fin de evitar consumos innecesarios de gas y controlar mejor la temperatura de la instalación. De ello resultan mayores eficiencias, menor ruido de funcionamiento y menor desgaste de componentes por disminución del número de apagados y encendidos. La combinación de dos «tecnologías de vanguardia» como son la condensación de gas y la integración solar es otra de las líneas de avance de los fabricantes de calderas en un esfuerzo por avanzar en el ahorro energético. Los formatos reducidos y compactos es también un aspecto cuidado por los fabricantes. Con ellos pretenden ofrecer un equipamiento adecuado a la reforma, es decir, un aparato adaptado al mínimo espacio disponible y, en este sentido, estético, a la vez que pensado para el profesional instalador por la posibilidad de ser montado por una sola persona. Por otro lado, no está de más recordar que a las indudables ventajas de una caldera de condensación hay que añadir sus exigencias particulares, no siempre disponibles en una instalación de reforma. La caldera de condensación necesita un desagüe adecuado para evacuar los condensados que genera continuamente, así como una chimenea específicamente indicada para este tipo de aparato, por lo que, en caso de sustitución, no se podrá aprovechar la existente. También habría que tener en cuenta que las calderas de condensación consiguen los mejores rendimientos con bajas temperaturas en el sistema de calefacción existente, mientras que la mayoría de las instalaciones están calculadas para trabajar con temperaturas de envío altas (80º C). Las calderas son un elemento de un sistema energético mayor que comprende la totalidad de una vivienda. En este sentido, la evolución de las calderas murales en el futuro pasará por una integración cada vez mayor de equipos de control y regulación con el objetivo central de mejorar la eficiencia y aumentar el ahorro energético del conjunto del hogar. Al mismo tiempo, y como explica Thibaud Forest, «estos equipos de control y regulación serán cada vez más intuitivos para que el usuario pueda tomar el control de su confort y ahorro de la forma más fácil posible». MECADO DE CALDERAS DOMÉSTICAS Condensación BajoNOx Estancas Atmosféricas 2012 35% 32% 31% 2% 2013 33% 37% 29% 1% 2014 42% 38% 20% - 64 SANITARISTA'S
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