SG48 - Seguridad

55 PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS El verano de 2022 será recordado como uno de los más intensos en términos de incendios forestales en Navarra. Las altas temperaturas, la baja humedad y los fuertes vientos, sumados a una prolongada sequía, crearon las condiciones perfectas para la propagación rápida y destructiva del fuego. A pesar de la gravedad del episodio, es notable que no se registraran pérdidas humanas, un logro significativo dadas las extremas condiciones y la magnitud del desastre. No obstante, las secuelas para la protección civil fueron severas, con alrededor de 9.000 personas evacuadas y numerosas viviendas destruidas. PROYECTO LIFE-IP NADAPTA-CC: UNA RESPUESTA INTEGRAL En respuesta a estos eventos y en un esfuerzo por mitigar futuros riesgos, la Comunidad Foral de Navarra ha intensificado sus esfuerzos a través del proyecto europeo LIFE-IP NAdapta-CC. Este proyecto, liderado por la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, se centra en la prevención, gestión y recuperación de áreas afectadas por incendios forestales, incorporando estrategias innovadoras y sostenibles. Uno de los componentes clave del proyecto es la acción C4.6, que se lleva a cabo en la finca de Sabaiza a través de la sociedad pública INTIA. Esta acción promueve el silvopastoralismo, una práctica que combina el uso ganadero y forestal del monte para gestionar la vegetación y prevenir incendios. Según Mikel Reparaz, jefe de Negociado de Prevención de Incendios Forestales del Gobierno de Navarra, el manejo del ganado ayuda a controlar la vegetación, reduciendo la cantidad de matorral y manteniendo un equilibrio saludable entre el arbolado y los sistemas de pasto. Tras un incendio, la evaluación y extracción de la madera afectada es crucial para no perder recursos valiosos. Elena Baeza Oliva, jefa de Sección de Gestión Forestal del Gobierno de Navarra, explica que las entidades locales, propietarias de los montes, han subastado la madera dañada desde septiembre de 2022, logrando una significativa extracción a lo largo de 2022 y 2023. Paralelamente, se realiza un seguimiento continuo de la regeneración natural de la vegetación en las áreas afectadas. La respuesta de la vegetación varía significativamente. Mientras que los pinares de Pino Alepo y las especies naturales de pastiza, matorral y quercíneas muestran una buena capacidad de regeneración, los pinares de Pino Laricio, que no están adaptados al fuego, no se están recuperando con la misma eficacia. Esta diferencia subraya la importancia de un monitoreo constante y detallado para entender cómo distintos tipos de vegetación responden al fuego y cómo facilitar su recuperación. El silvopastoralismo ha demostrado ser una herramienta efectiva en la prevención de incendios. Elena Baeza destaca que esta práctica no solo implica que el ganado paste en el monte, sino que se gestione cuidadosamente cómo y dónde lo hace. Un ejemplo claro de su efectividad se observó en el incendio de Ujué, donde el fuego se detuvo en una zona intensamente pastoreada. Esta estrategia no solo reduce la cantidad de combustible disponible para los incendios, sino que también mantiene la biodiversidad y la salud del ecosistema forestal. Otro componente crucial en la estrategia de prevención es la identificación y cartografía de los sistemas forestales más vulnerables al cambio climático. Estos mapas de vulnerabilidad permiten priorizar acciones y gestionar el territorio de manera más efectiva. “Con información detallada sobre las áreas más sensibles, se pueden implementar medidas adapFotografía del incendio en la zona de Leyre en junio de 2022.

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