SG48 - Seguridad

47 PROTECCIÓN CONTRA INCENDIOS Junto a la Directiva de Eficiencia Energética, la EPBD promueve políticas que contribuyen a un parque de edificios de alta eficiencia energética y sin emisiones de CO2 para 2050. los edificios existentes añaden casi el doble de valor que la construcción de edificios nuevos. Las pequeñas y medianas empresas representan más del 70% del valor añadido del sector de la construcción en la UE. Las empresas constructoras y los promotores inmobiliarios son los principales impulsores de la renovación de edificios existentes, ya que sus economías de escala hacen más atractiva financieramente la inversión en renovaciones. DIRECTIVA SOBRE EFICIENCIA ENERGÉTICA DE LOS EDIFICIOS Para mejorar la eficiencia energética de los edificios, la UE ha establecido un marco legislativo con la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios EU/2010/31 y la Directiva de Eficiencia Energética EU/2023/1791, ambas revisadas en 2023. Juntas, las directivas promueven políticas que contribuyen a un parque de edificios de alta eficiencia energética y sin emisiones de CO2 para 2050. Al mismo tiempo, las directivas proporcionan un entorno estable para las decisiones de inversión. Los consumidores y las empresas podrán tomar decisiones mejor informadas para ahorrar energía y dinero. La Directiva sobre Eficiencia Energética de los Edificios incluye una norma mejorada para los edificios nuevos, con una visión más ambiciosa para conseguir edificios libres de emisiones. Para los existentes, se incluyen estrategias mejoradas de renovación a largo plazo, que se denominarán planes nacionales de renovación de edificios. También introduce la "renovación profunda" y los pasaportes de renovación. La renovación profunda es un proceso en el que se aprovecha todo el potencial de un edificio en un solo paso o, si no es posible, en unos pocos, para reducir la demanda energética, en función de su tipología y la zona climática. MAYOR RIESGO DE INCENDIO Para que los edificios sean completamente libres de carbono, es necesaria una mayor electrificación. La electrificación de los edificios y de la sociedad va acompañada de la integración de nuevas tecnologías que pueden aumentar el riesgo de incendio. El aumento del riesgo se debe a: • Aumento de la carga eléctrica: La electrificación de los sistemas de calefacción y transporte (como las bombas de calor y los vehículos eléctricos) aumenta la carga eléctrica de los edificios, lo que puede incrementar el riesgo de incendio si la infraestructura eléctrica existente no se adapta adecuadamente al aumento de la demanda. • Almacenamiento de materiales para sistemas energéticos: El almacenamiento de materiales como el hidrógeno u otros combustibles para sistemas de energía limpia plantea riesgos inherentes de incendio debido a su naturaleza inflamable. • Sistemas eléctricos: En el afán por ahorrar energía, los edificios más antiguos con sistemas eléctricos obsoletos pueden ser más propensos al fuego debido a la carga adicional de los nuevos aparatos y sistemas de alto consumo energético. • Instalación de nuevas tecnologías: La instalación de nuevas tecnologías exigidas por el Green Deal, como paneles solares y sistemas de almacenamiento de baterías, plantea nuevos riesgos de incendio, especialmente si se instalan o mantienen de forma inadecuada. • Materiales de aislamiento: Para lograr la eficiencia energética, los edificios suelen equiparse con nuevos materiales aislantes. Algunos de estos materiales pueden ser muy inflamables o desprender humos tóxicos al quemarse, lo que aumenta el riesgo de incendio y los posibles daños en caso de fuego. • Sistemas de ventilación: La mejora del aislamiento y de la eficiencia energética de los edificios requiere mejores sistemas de ventilación para gestionar la calidad del aire y la humedad. Los defectos de estos sistemas pueden aumentar el riesgo de incendio o propagar más rápidamente el humo y las sustancias tóxicas en caso de fuego. Estos mayores riesgos exigen cambios significativos en las medidas de seguridad y protección contra incendios en los edificios y sus alrededores. Comprender y mitigar estos mayores riesgos es crucial para una transición segura a inmuebles más eficientes

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