31 RECEPTORAS DE ALARMAS Nunca he entendido porqué los sistemas de detección de incendio con los que ya cuentan múltiples establecimientos y locales carentes de presencia constante, no se conectan en gran medida a una CRI. Ni porqué la mayoría de las viviendas no cuentan un sistema sencillo de detección de incendios también conectado a una CRI o al menos con un simple detector autónomo. Y no puede ser una cuestión de precio, hay detectores autónomos para viviendas por menos de cincuenta euros. La relación coste-beneficio es enorme si al otro lado de la balanza ponemos que pueden salvar vidas. Pienso que es una cuestión fundamentalmente de falta de concienciación de la ciudadanía, en la que influye la ausencia de buenas campañas de sensibilización en medios de comunicación, como por ejemplo se hace con los accidentes de tráfico, pero también de una falta de involucración empresarial. En lo que supone conectar detectores de incendio a una CRI, resulta interesante comparar con la evolución habida con las alarmas de robo conectadas a CRA. Hace décadas comenzó una escalada, fomentada por un fuerte empuje empresarial, y comenzaron a instalarse masivamente en todo tipo de escenarios. Quitando los cerca de 50.000 establecimientos a los que la legislación de Seguridad Privada obliga a contar con una alarma conectada a CRA (bancos, joyerías, etc.), los establecimientos y viviendas que con carácter voluntario también la han instalado rondan los 3.100.000 (fuente DBK INFORMA se registraron en viviendas, la cifra más alta desde que se elabora este estudio (2010). Los mayores de 64 años son los más vulnerables”. “2022 sólo admite un calificativo a la hora de valorar los datos de muertes en España por incendios: nefasto”. “La instalación de un detector de humo se convierte en una herramienta que va a dar una nueva oportunidad a un ser humano, similar a la oportunidad que nos da el cinturón de seguridad, cuando lo llevamos puesto, eso sí, de una manera correcta”. “Vuelve a ponerse de manifiesto que se considera imprescindible una política que, sin descartar la obligatoriedad al menos para viviendas de nueva construcción, fomente la colocación de sistemas de detección de humo en casas particulares, apoyando cualquier iniciativa legislativa que nos equipare en cuanto a la instalación de detectores y/o rociadores a los países de nuestro entorno como Francia o Gran Bretaña, donde dichos aparatos son obligatorios”. Innecesario añadir nada más. La ciudadanía debemos adquirir conciencia de autoprotegernos frente al fuego, debemos poner de nuestra parte, reconocer el riesgo y aprender a prevenirlo, conocer cómo actuar si se produce el incendio y contar con medios básicos de extinción y detección precoz. No debemos esperar a que sea el Estado quien a golpe de campañas informativas o exigencias legales nos haga abrir los ojos, ni a que sucedan graves incidentes que los medios de comunicación nos mostrarán en primer plano para despertar esa conciencia. Pero también los profesionales y las empresas de seguridad privada y de protección contra incendio tenemos un papel que jugar impulsando el mensaje. Sin alarmar, simplemente informando, ayudando a las personas a ser cons- “Nunca he entendido por qué los sistemas de detección de incendio con los que ya cuentan múltiples establecimientos y locales carentes de presencia constante, no se conectan en gran medida a una CRI. Ni por qué la mayoría de las viviendas no cuentan con un sistema sencillo de detección de incendios también conectado a una CRI o, al menos, con un simple detector autónomo” febrero 2024), cifra que se prevé siga aumentando. Y no ha habido una legislación que obligue a ponerlas ni una barrera en el precio que lo impida. Simplemente los usuarios sienten la necesidad de ponerlas, eso sí, impulsados por el buen marketing e incesante publicidad de algunas empresas potentes. Sin embargo, una alarma de robo protege principalmente patrimonio y una de incendio, como ya hemos dicho, puede salvar vidas. Entonces ¿cómo es posible que teniendo este valor añadido no hayan seguido la misma dinámica exitosa? ¿por qué no se instalan más detectores de incendio, mejor si van conectados a una CRI, para garantizar un respuesta temprana? En el estudio 'Víctimas de incendios en España en 2022' 2022 publicado a finales de 2023 por la Fundación Mapfre y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos, se mencionan datos y conclusiones tan interesantes como las siguientes: “A pesar del denodado esfuerzo invertido en los últimos años para reducir el número de fallecidos por incendio, el resultado no está dando los frutos deseados y, un año más, el número de fallecidos ha aumentado”. “En 2022 se han computado 32.437 siniestros por incendio en edificaciones (aquí se incluye todo tipo de inmuebles, ya sea residencial, terciario o de servicios), y, de entre estos últimos, 18.429 fueron en viviendas, 50 al día. De los 235 fallecidos, 176
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