sarse detenidamente para maximizar el retorno de la inversión y el ahorro global. Por tanto, optar por sistemas fotovoltaicos de alta calidad con características de seguridad avanzadas es más crucial que nunca. Las partes interesadas deben garantizar la máxima protección de empleados y edificios para evitar incurrir en costosos gastos relacionados con daños causados, por ejemplo, por un incendio. Otro incentivo procede de las compañías de seguros, que están dispuestas a ampliar la cobertura a los edificios con instalaciones fotovoltaicas que cuenten con las medidas de seguridad adecuadas. EMPECEMOS POR LO FUNDAMENTAL Es importante partir de una premisa: los sistemas fotovoltaicos son seguros, fiables y no suponen intrínsecamente un peligro ni personal ni material. Sin embargo, es necesario saber cómo funcionan para minimizar cualquier riesgo. Los principales componentes de los sistemas solares son los paneles fotovoltaicos y los inversores. Los primeros generan electricidad convirtiendo la luz solar en corriente continua (CC), mientras que los segundos transforman la energía de CC en corriente alterna (CA), la que se utiliza para alimentar hogares y empresas. Aunque el riesgo de incendio causado por el propio sistema fotovoltaico es muy poco frecuente, hay que tener en cuenta que se trata de minicentrales eléctricas situadas en el tejado. Durante las horas de sol, los paneles solares y los cables eléctricos están sometidos a altas tensiones continuas, que permanecen presentes incluso cuando el sistema eléctrico del edificio está apagado. Por eso, en el improbable caso de que se produzca un incendio o una emergencia, los bomberos deben esperar a la puesta del sol para intervenir con seguridad. Por regla general, los bomberos interrumpen el suministro eléctrico de la red antes de extinguir el incendio para evitar el riesgo de electrocución; sin embargo, este procedimiento de precaución puede presentar riesgos en el caso de un sistema fotovoltaico típico. Estos riesgos pueden minimizarse con un diseño avanzado del sistema solar y una cuidadosa selección del producto. LA SEGURIDAD EMPIEZA EN EL PANEL Los inversores monofásicos convencionales, que no permiten la reducción de la tensión de CC durante la desconexión del sistema eléctrico, requieren la instalación de protecciones adicionales para cumplir las normas de seguridad, lo que repercute en los costes y la mano de obra. Sin embargo, algunos productos de última generación incorporan ahora funciones de seguridad avanzadas. Entre ellos, SolarEdge ha desarrollado una solución innovadora basada en la electrónica de potencia a nivel de panel individual. Cada panel del sistema solar está equipado con optimizadores de potencia, componentes electrónicos independientes que maximizan la producción del sistema y realizan la supervisión y el control a nivel de panel individual, implementando la seguridad global del sistema. Como parte de la solución, la funcionalidad SafeDC de SolarEdge reduce la tensión del panel a 1 V cuando el inversor o el sistema eléctrico del edificio están apagados. Esto permite a los bomberos intervenir con seguridad incluso en presencia de un sistema fotovoltaico. La funcionalidad SafeDC también evita el coste adicional de instalar protecciones de seguridad y reduce el tiempo de instalación y el A medida que se expande la industria fotovoltaica, las normas de seguridad son cada vez más estrictas. 13 INFRAESTRUCTURAS CRÍTICAS
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