CONTROL DE ACCESOS 31 cotidianos como los pagos online. El reconocimiento facial, de la voz o de la huella digital son las formas más comunes en las que se aplica la biometría, pero con el tiempo surgirán nuevos métodos apoyados en la inteligencia artificial. De ahí que el ascenso y la proyección de este sector sea tan claramente exponencial. El creciente número de ciberataques contra infraestructuras clave y sectores estratégicos ha aumentado la demanda de soluciones más eficaces, sobre todo con la nueva normalidad impuesta a raíz de la pandemia, en la que las gestiones telemáticas han ganado claramente la partida a la presencialidad. Tal y como hemos constatado en BIOkey en nuestros más de 25 años de experiencia, la biometría aplicada a la ciberseguridad tiene multitud de utilidades prácticas que pueden ayudarnos a que nuestra vida diaria sea más fácil y nuestro uso de la tecnología mucho más segura. Y todo ello sin perjuicio alguno de nuestra intimidad, gracias a un tratamiento respetuoso de los datos del usuario, porque el big data, la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías digitales no tienen por qué suponer una merma de los derechos del usuario, sino al contrario. Son muchos los sectores que pueden verse beneficiados por el uso de la biometría, tanto a nivel de empresas como a nivel de los usuarios. El financiero, uno de los que más recurrirán a esta tecnología, tendrá transacciones más seguras. La gestión pública mejorará la seguridad de sus trámites telemáticos, incluso en momentos tan sensibles como un proceso electoral. En la educación también se protegerán mejor los datos vinculados a pagos o documentos. En el ámbito de la salud, los pacientes y los médicos verán sus datos, historiales y maquinarias más protegidos. Las aseguradoras ganarán tiempo y seguridad a la hora de confirmar y gestionar siniestros. El comercio minorista se verá beneficiado en la gestión del comercio electrónico. Y otro sector que también podríamos nombrar en esta lista es el de la fabricación, donde una automatización cada vez mayor de los procesos exige nuevas y mejores soluciones. Ya hemos visto las buenas perspectivas que tiene por delante el sector con algunas cifras y sectores donde el control de acceso basado en la biometría tiene numerosas e interesantes aplicaciones. Pero tan importante es el que se ofrece como el cómo se tratarán esos datos que se obtienen y que cada vez son más numerosos y delicados. Porque no es lo mismo dar acceso a, por ejemplo, nuestro historial de búsquedas para que un algoritmo nos recomiende productos en función de nuestros gustos, que dar acceso a datos que suponen nuestra más pura esencia biológica. La digitalización está tan presente en nuestro día a día, que una autenticación segura pasa por eliminar las contraseñas de acceso. Ya no son cómodas ni mucho menos seguras. Antes podían servir para proteger una cuenta de correo electrónico, pero ahora casi protegen nuestras vidas: nuestros datos personales, bancarios, fotos… Mucha información nuestra depende de una buena autenticación y hay que limitar los riesgos de que todo esto acabe en las manos equivocadas. Pero eso no quita para que todos estos datos se traten con respeto a la privacidad del usuario. Porque ladigitalizaciónno es una opción, sino un hecho que irá en aumento, hay que perfeccionar la forma protegernos de forma inteligente y cómoda. Bienvenidos a la era de la biometría. n
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