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CIBERSEGURIDAD guido al socio comercial y no sólo al desarrollador. Es necesario que esto ocurra más a menudo; si los afiliados corren el riesgo de ser procesados, no estarán tan dispuestos a partici- par. La atención que han suscitado algunos de estos desmantelamientos ha obligado a algunos operadores de ransomware a anunciar el cese de sus operaciones. INFÓRMESE Y ACTÚE Cualquiera puede unirse a la lucha contra la ciberdelincuencia. Si nos for- mamos en las mejores prácticas de ciberhigiene, colaboramos con otros defensores y aprovechamos herramien- tas como la Inteligencia Artificial (IA) para detectar y aplicar contramedidas, podemos ir un paso por delante de los malos. Reaccionar ante una brecha de seguridad es una cosa, pero detenerla antes de que pueda causar daños es otra. La detección automatizada de amenazas y la IA son herramientas fundamentales para que las organi- zaciones puedan hacer frente a los ataques en tiempo real y mitigarlos a velocidad y escala, especialmente en los puntos finales individuales. Es necesario implementar enfoques Zero Trust para permitir el acceso seguro para el teletrabajo y la educación a dis- tancia por lo que es clave la formación en ciberseguridad. A todo el mundo le vendría bien un poco de formación y educación sobre las mejores prác- ticas para mantener la seguridad a nivel personal y de empresa. Una forma fácil de adquirir conoci- mientos sobre ciberseguridad es a través de los amplios programas de formación y educación del Instituto de Formación de Fortinet (NSE) que forma parte de la Agenda de Avance de la Formación (TAA) de Fortinet, que ofrece cursos gratuitos para cualquier persona interesada en aprender sobre ciberseguridad, así como programas más avanzados para profesionales de la ciberseguridad. Aprender algunos aspectos básicos de la ciberguerra sólo puede ayudarnos a todos a fortificar- nos contra los ataques. La protección y los gestores de contraseñas pueden ayudar a proteger la información per- sonal; aprender qué hay que tener en cuenta en los correos electrónicos de phishing y en las estafas de mal- vertising (una táctica maliciosa que intenta distribuir malware a través de anuncios online) puede animarnos a no caer en estas estratagemas de inge- niería social que utilizan la psicología para manipularnos y que divulguemos información confidencial. Alinear las fuerzas a través de la cola- boración también debería ser una prioridad para interrumpir las cadenas de suministro de los ciberdelincuen- tes. Cuanto más compartamos los datos y la información sobre amena- zas, más eficaces y coordinadas serán nuestras respuestas. La formación continua en materia de cibersegu- ridad, así como las tecnologías de prevención, detección y respuesta potenciadas por la IA e integradas en todas partes -en los endpoints, las redes y la nube- siguen siendo herramientas fundamentales en la guerra contra la ciberdelincuencia. Es evidente que la ciberdelincuencia no va a desaparecer a corto plazo, pero a medida que los ciberdelincuentes se vuelven más sofisticados y creati- vos, nosotros también lo hacemos, al mismo tiempo. La colaboración y el intercambio de información sobre ame- nazas entre las empresas, las fuerzas de seguridad y las entidades guber- namentales ayudan a descubrir a los malos actores. Y cuando son derri- bados, les cuesta más recuperarse. Algunos afiliados están abandonando por completo sus organizaciones delic- tivas porque también se han convertido en objetivo de las fuerzas del orden. Así pues, hemos observado descen- sos prometedores en la actividad de las amenazas que validan nuestros esfuerzos, pero aún queda trabajo por hacer. Nos encontramos en un punto de inflexión crítico en lo que respecta a la lucha contra la ciberdelincuencia, y todos queremos estar en el lado correcto de la historia. n 36
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