requieren de trabajos manuales, la principal ventaja de esta metodología es la inocuidad hacia los peces. “El principal problema de los acuicultores cuando introducen las crías de en las balsas es que al tiempo no saben cuántos hay y qué tamaño han alcanzado”, explica el investigador de la Universidad de Huelva Juan Carlos Gutiérrez Estrada, autor principal del estudio. Hasta ahora, el procedimiento habitual para contar los peces de un estanque de cultivo se basa en el propio manejo de la balsa, es decir, el vaciado parcial del agua que contiene, la intromisión de operarios para coger una muestra representativa, medirlos y pesarlos. “Todo ello provoca además un mayor índice de mortalidad y estrés entre estos animales”, asegura Gutiérrez. Como detallan en el estudio titulado ‘Fish abundance estimation with imaging sonar in semi-intensive aquaculture ponds’ y publicado en la revista Aquacultural Engineering, han trabajado con ejemplares de dorada ( Sparus aurata) criadas en esteros de las Salinas del Astur, ubicados en la localidad onubense de Punta Umbría. En estos estanques la dorada crece De izquierda a derecha: Juan Carlos GutiérrezEstrada, Alejandro Garrocho-Cruz, Antonio Peregrín-Rubio, Fernando Gómez-Bravo, Samuel López-Domínguez, Jairo Castro-Gutiérrez e Inmaculada Pulido-Calvo. Sistema de conteo instalado en una balsa de doradas. 53 DIGITALIZACIÓN
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