a pivotar hacia sistemas más intensivos y, por lo tanto, más susceptibles a enfermedades infecciosas. Por ello, MedAID efectuó una evaluación de riesgos frente a los patógenos más importantes del Mediterráneo, como el VNN (virus de la necrosis nerviosa), por el que se ha testado una nueva vacuna con resultados muy alentadores. También se ha avanzado hacia una gestión más coordinada del conocimiento y las estrategias epidemiológicas y una avaluación más sistemática de las medidas de bioseguridad. SENSIBILIZAR Y ATRAER AL CONSUMIDOR “La acuicultura tiene problemas más allá del campo técnico, no es solo si los peces crecen más o menos, sino también la percepción sobre el producto y la producción”, afirma Dolors Furones. La investigadora del IRTA señala el desconocimiento público sobre el valor añadido de la piscicultura, una práctica sometida a estrictas regulaciones europeas y, por lo tanto, con garantías de seguridad alimentaria y ambiental. “Tiene una fama que no es real, por cómo se han comunicado y por cómo se han instalado las infraestructuras a los costes”, añade. Ante tales prejuicios, MedAID ha elaborado una serie de guías prácticas y metodologías para rebatir la desinformación y acercar los consumidores a las granjas, reforzando el diálogo del sector con la ciudadanía. Además, MedAID se ha adentrado en el terreno del marketing para averiguar cómo pescar más compradores. A partir de un estudio de mercado, el consorcio ha trabajado en la reconceptualización de los productos piscícolas para adaptarlos a las expectativas de los distintos nichos de compradores. El sector buscará una mayor variedad en la oferta, con nuevos procesados y envasados más atractivos y que realcen mejor los beneficios del pescado en términos de sabor y calidad. INTELIGENCIA PRODUCTIVA De cara a modernizar y armonizar la piscicultura en el Mediterráneo, el proyecto ha incidido también en la recolección de datos como base para la toma de decisiones estratégicas. De esta manera, se han creado el MedAID DashBoard, un software para la comparación técnica del rendimiento de las granjas que recoge los indicadores clave de los productos y facilita identificar potenciales soluciones. Este conocimiento, amasado desde la cooperación de actores de diferentes orígenes y disciplinas, ha de permitir dar a la piscicultura el impulso necesario para que tenga un papel más relevante en el mercado alimentario. “La acuicultura no es el futuro, es el presente, aún silencioso, pero necesario para garantizar alimentos sanos, seguros, sostenibles y de proximidad”, concluye Furones. El proyecto MedAID ha sido financiado por el programa Horizon2020 de la Unión Europea con un presupuesto de 7 millones de euros y ha contado con la participación de 34 organismos de investigación, empresas y organizaciones internacionales como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Instituto Agronómico Mediterráneo de Zaragoza (CIHEAM).n 82 SOSTENIBILIDAD
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