SF8 libro

13 SECTOR Si no se toman medidas urgentes, la pesca de captura –sobre todo en regiones como África tropical, Centroamérica y el Indo-Pacífico– se enfrenta a los peligros más graves. Los sistemas de acuicultura en aguas costeras y de alta mar, por el contrario, hacen frente a menores peligros específicos del clima, aunque la acuicultura de agua dulce sí está expuesta a altas amenazas. De hecho, el documento constata que en un escenario de altas emisiones para el año 2050, más de 50 países se enfrentan a la triple amenaza de altos riesgos climáticos, exposición y vulnerabilidad. Por ello, Cheung propone la creación en estos países de “sistemas de aviso temprano, planes de respuesta a desastres, y medidas enfocadas a mejorar la resiliencia del sistema ante estas amenazas crecientes”. LOS PEQUEÑOS PRODUCTORES, GRANDES OLVIDADOS A todos estos problemas se añade el hecho de que la pesca y la acuicultura a pequeña escala no son tenidas en cuenta por los responsables políticos, a pesar de que proporcionan medios de vida a más de 100 millones de personas y sustento a mil millones de personas en todo el mundo. “Los actores locales son los más indicados para ayudar a la gente a comer los alimentos nutritivos que desean y de una manera culturalmente aceptada”, comenta Rebecca Short, coautora de un trabajo publicado en la revista Nature e investigadora del Centro de Resiliencia de Estocolmo en Suecia. Un total de 30 autores se basaron en 70 estudios de casos de todo el mundo para destacar el valor de los productores, comerciantes y procesadores de alimentos acuáticos a pequeña escala, que han desempeñado recientemente un papel clave en la seguridad alimentaria local y los medios de subsistencia durante la pandemia de covid-19. En países como Kenia, por ejemplo, estos pescadores llenaron rápidamente el vacío dejado por los grandes productores internacionales que redujeron sus operaciones. “Este estudio resalta la diversidad de pequeños productores que existe en la industria pesquera, que varía desde negocios con un equipo tecnológico puntero que suministran almejas a restaurantes uruguayos, hasta los comerciantes locales de Zambia, que usan cestas de caña caseras para pescar”, subraya Stefan Gelcich, coautor principal y director del Instituto Costero del Milenio Social-Ecológico (SECOS) de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Finalmente, la investigación subraya la necesidad de fomentar y apoyar la diversidad de los actores a pequeña escala, y de garantizar que la tecnología, las inversiones, las políticas y el desarrollo puedan permitir que los SSFA sigan alimentando a millones de personas en el futuro en un contexto de rápida intensificación de los efectos del cambio climático.n Un estudio sugiere que se podrían evitar unos 166 millones de personas carentes de micronutrientes de aquí a 2030 si la producción sostenible mundial de alimentos marinos y de agua dulce aumentara en 15,5 millones de toneladas (8%) Un estudio indica que gracias a las inversiones en acuicultura y a una mejor gestión de la pesca hasta 2030, se produciría una disminución de los precios de hasta un 26%.

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