SF6 - Tecno Seafood

SECTOR Atlántico Nordeste, a las áreas con una gestión pesquera menos desarrollada. Igualmente es urgente que todos los gobiernos intensifiquen sus esfuerzos para garantizar siste- mas pesqueros sostenibles que respeten la biodiversidad. Del mismomodo, hay que continuar la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR o IUU, por sus siglas en inglés), que tiene un impacto directo en el ecosistema marino, pero también en las flotas que desa- rrollamos una actividad pesquera sostenible y cumpliendo con la legislación. La pesca IUU, según la FAO, supone hasta 26 millones de toneladas de pescado al año capturado de forma ilegal y hasta 23.000 millones de dólares en térmi- nos económicos, además de estar vinculada a prácticas inadmisibles, tales como el trabajo infantil y el tráfico de personas, que atentan contra los derechos humanos más básicos. Esta lacra, además de una clara competencia des- leal, es un palo en la rueda para la consecución del ODS 14, que persigue la conservación y utilización sostenible de océanos, mares y recursos marinos. En cualquier caso, para nosotros la clave es conseguir un equilibrio entre la necesaria conservación de la biodiversidad, el uso soste- nible de los recursos naturales y la seguridad alimentaria. Entonces, ¿el mar no está siendo sobreexplotado? Aunque muchos se empeñan en lo contra- rio, y si bien es cierto que hay margen para la mejora, el informe SOFIA 2020 de la FAO con- firma que la mayoría de los stocks pesqueros (65,8%) se encuentran dentro de niveles de soste- nibilidad biológica (el 59,6% se pesca dentro de los niveles de Rendimiento Máximo Sostenible y el 6,2% están subexplotadas) y ese porcentaje se eleva hasta el 80% en el caso de Atlántico Nordeste. Como consecuencia, el 78,7% del pescado desembarcado en el mundo pro- cede de poblaciones de peces dentro de los niveles de sostenibilidad biológica. No obstante, también es cierto que, a escala global, hay un 34,2% de poblaciones sobre- explotadas, una situación que corresponde, particularmente y comomencionaba antes, a pesquerías con una gestión pesquera menos desarrollada y localizadas princi- palmente en países asiáticos. Un tema preocupante es el descenso continuado en el consumo de pescado en nuestro país. ¿Cómo podemos cambiar esta tendencia? La solución no es sencilla. Son varios los factores que nos han llevado a esta situación: el cambio en los hábitos de consumo; la desaparición del FROM y sus famosas campañas de promoción del consumo de pescados y mariscos; las campañas contra el consumo promovidas por movimientos ecologistas, de veganos, vegetarianos, metiendo el miedo en el cuerpo a los consumidores con temas como el mercurio o el anisakis; y uno de los IVAS más altos de la UE. Frente a esto, es necesario que nos adaptemos a las preferencias de los consumido- res, que se realicen muchas campañas de promoción y comunicación y que se informe adecuadamente sobre los beneficios para la salud del consumo de pescados y mariscos frente a los posibles riesgos. Con relación al IVA, llevamos muchos años reclamando su aplica- ción, junto con el resto del sector y del conjunto de la cadena de valor. Nuestra petición se concreta en la reducción del IVA de los productos pesqueros del 10% al 4%, para situarlo al mismo nivel del que se aplica en España a otros alimentos básicos como el pan, los hue- vos, la leche, la fruta o las verduras. Además, con esta medida España se equipararía con la mayoría de los países miembros de la Unión Europea, donde el pes- cado disfruta de un tipo de IVA reducido con respecto al general. Así, por ejemplo, en Irlanda, Reino Unido y Malta no se aplica IVA al pescado. Luxemburgo lo grava con un 3%, Alemania, Chipre, Hungría y Polonia con un 5%, Francia con un 5,5% y Bélgica y Portugal con un 6%. La reducción del IVA de los productos pesqueros no solo incentivaría su consumo que, como bien apuntas, ha sufrido un descenso de casi un 20% en los últimos doce años, también redundaría en beneficio de la salud de la población y contribuiría a reducir la incidencia de pato- logías relacionadas con una mala alimentación, como la obesidad, el sobrepeso y las enfermedades cardiovascu- lares, que generan un gasto de 7.700 millones de euros anuales al Sistema Nacional de Salud y siguen siendo la primera causa de mortalidad. Solo puedo terminar diciendo a todos los lectores que disfruten comiendo abundante pescados y mariscos. Además de encontrarse mejor y tener una buena salud, serán más felices. n 18

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