65 DIGITALIZACIÓN Al igual que él, varios grupos de investigación españoles se han sumergido en el desarrollo de proyectos de IA que permitirían a los pescadores y a la administración agilizar el procesamiento de datos, que son la base de la toma de decisiones, y mejorar tanto los procesos de producción como de comercialización y protección de los ecosistemas marinos. ETIQUETAR EL PESCADO EN TIEMPO REAL “Tradicionalmente, los datos se extraían de personas que se subían a bordo de los barcos. Posteriormente, se implementaron cámaras que grababan la actividad pesquera para después analizar cuánto había pescado cada barco, de qué forma o en qué momento”, explica el investigador Luis Taboada, del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del CSIC en Vigo. Pero estas cifras también debían ser analizadas por personas observadoras, con las limitaciones que esto conlleva. Aquí entra en juego uno de los proyectos de IA que se desarrollan actualmente en España: DeepFish, el cual identifica a las especies capturadas, tanto si han sido el objetivo como las accidentales, por medio de técnicas de visión e IA en la región levantino balear. “Cuando los barcos descargan el pescado, lo colocan en cajas y bandejas para comenzar el proceso de subasta y venta. En este momento, una cámara captura los peces y nuestro sistema de aprendizaje profundo identifica de manera automática y precisa las especies y su talla, que son los principales factores que condicionan el precio del producto. Para ello le hemos enseñado previamente, a través de más de 15 mil imágenes etiquetadas manualmente”, sostiene Andrés Fuster, investigador principal del proyecto de la Universidad de Alicante (UA). Estos datos que se generan de manera automática y, en tiempo real, permitirían tomar decisiones eficaces para los pescadores. “Por ejemplo, podrían evitar durante un tiempo explotar una zona en la que se han capturado gran cantidad de peces, pero muchos de ellos carentes de interés comercial que, por lo tanto, deben ser descartados”, observa Taboada. Los descartes se refieren a aquella parte de la captura que no es de interés comercial y que ha de ser desechada. La normativa no permite, en la mayoría de los casos, que estos sean devueltos al mar porque tienen bajas tasas de supervivencia y desequilibran los ecosistemas. Por estas razones de sostenibilidad y para garantizar la disponibilidad de recursos y la eficiencia pesquera, la reducción de los descartes es un objetivo prioritario. APOYO TECNOLÓGICO EN LA OBTENCIÓN DE DATOS Por su parte, los proyectos RETORNO y DIGIPESCA buscan devolver a los pescadores todos estos datos recogidos para que puedan tener mayores beneficios sin perjudicar el medio ambiente. “Al sector pesquero cada vez se le exige más sobre la forma en la que se pesca, la zona de la que provienen sus productos o la transparencia de estos. Pero la mayoría de la actividad del Mediterráneo se lleva a cabo en embarcaciones pequeñas, de menos de 12 metros, y con pocas personas a bordo, sin demasiada tecnología, Identificación automática de especies mediante IA en las cintas de triado de los parques de pesca. Foto: Proyecto SICAPTOR.
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