RT619 - Rotación

13 COYUNTURA El 2023 se presentó como un año de transición para la economía de la Unión Europea (UE), después de los fuertes rebotes impulsados por la recuperación post-pandemia. Aunque el Producto Interior Bruto (PIB) creció a un ritmo moderado del 0,5%, se alcanzaron cifras récord de empleo y la tasa de desempleo continuó cerca de sus mínimos históricos. No obstante, los efectos de las tensiones geopolíticas y las crisis energéticas siguen marcando la pauta, lo que plantea interrogantes sobre el futuro a corto y medio plazo. En este contexto, la economía azul, que incluye actividades económicas basadas en los océanos, mares y costas, se enfrenta a un panorama mixto: por un lado, la recuperación paulatina de los sectores marítimos, y por otro, retos significativos derivados de la sostenibilidad, el cambio climático y las interrupciones comerciales. UN CONTEXTO ECONÓMICO GLOBAL DESAFIANTE Según indica el informe ‘Blue Economy Report 2024’, 2023 fue un año de crecimiento económico moderado en la UE, con una expansión del PIB de solo un 0,5%, una cifra mucho más baja que el repunte del 5,3% registrado en 2021 y el 3,5% en 2022 tras la recesión provocada por el COVID19. Sin embargo, el mercado laboral de la UE se mantuvo relativamente fuerte, con tasas de empleo cercanas a máximos históricos. En contraste, la escasez de mano de obra, que ha sido un desafío persistente en varios sectores, se redujo ligeramente, aunque sigue siendo un tema relevante para la economía europea. Este crecimiento limitado se enmarca dentro de un contexto económico complicado, afectado por varios factores internacionales, como los conflictos en el Medio Oriente y la invasión rusa de Ucrania. Estos eventos geopolíticos no solo han alterado las rutas comerciales, sino que han disparado los precios de la energía, con efectos devastadores sobre los sectores más dependientes de los combustibles fósiles, como la pesca y el transporte marítimo. En particular, la guerra en Ucrania exacerbó la crisis energética iniciada en 2021, lo que incrementó los precios del diésel marino, un factor crítico para la rentabilidad del sector pesquero. No obstante, la disminución de los precios de la energía en 2023 ha ayudado a aliviar parcialmente los impactos sobre la economía, lo que también ha favorecido la disminución de la inflación, que pasó de un 6,9% en marzo de 2023 a un 2,4% en marzo de 2024. LA ECONOMÍA AZUL: UNA FUENTE CLAVE DE CRECIMIENTO SOSTENIBLE En este contexto económico mixto, la economía azul sigue siendo un pilar importante de la economía de la UE. Sin embargo, definir qué constituye exactamente la economía azul sigue siendo un desafío. Si bien existen diversas definiciones, la más utilizada incluye actividades económicas directamente relacionadas con los océanos y mares, como la pesca, la acuicultura, el transporte marítimo, el turismo costero, y las energías renovables marinas. Además, engloba las industrias y servicios que apoyan estas actividades, como la construcción y reparación naval, la biotecnología marina, las actividades portuarias y la desalinización. Según los datos más recientes de Eurostat, el Valor Bruto Añadido (VBA) directo de los sectores establecidos de la Economía Azul de la UE fue de 171.100 millones de euros en 2021, lo que representó un 1,3% del PIB total de la UE. Este dato refleja un aumento significativo del 35% en comparación con los 126.600 millones de euros registrados en 2020, un año marcado por los efectos devastadores de la pandemia. Sin embargo, esta recuperación aún no ha alcanzado los niveles prepandemia, cuando el VBA superó los 186.800 millones de euros en 2019. 2023 fue un año de crecimiento económico moderado en la UE, con una expansión del PIB de solo un 0,5%

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