RT617 - Rotación

Esta renovada estrategia se asienta principalmente en la disminución de la intensidad de carbono de los buques por la mejora de la eficiencia energética en los nuevos barcos que se están construyendo, y en la adopción de fuentes de energía y combustibles de escaso o nulo impacto contaminante a bordo de los buques. Mientras esto no ocurre, el Gas Natural Licuado (GNL) es cada vez más popular como combustible marino alternativo debido a su mayor disponibilidad, la preparación tecnológica, bajas emisiones y los precios competitivos frente a los nuevos combustibles que aún se encuentran en desarrollo. Las últimas cifras de la sociedad de clasificación DNV muestran que ya hay más de un millar de buques con capacidad para GNL como combustible en funcionamiento o encargados para su entrega en 2028. En comparación con el Marine Diesel Oil (MDO) o el Heavy Fuel Oil (HFO) convencionales, o incluso con los Very Low Sulfur Fuel Oil (VLSFO), el GNL presenta menores emisiones contaminantes de CO2. No obstante, sí que presenta un problema mayor por los inquemados y las fugas del metano que tienen lugar durante su combustión y transporte, fenómeno conocido como 'deslizamiento de metano' o Methane slip. EL AVANCE HACIA COMBUSTIBLES SINTÉTICOS: DESAFÍOS Y PERSPECTIVAS FUTURAS Para minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero del sector del transporte marítimo, las compañías navieras deben adoptar combustibles sintéticos que tengan potencial de cero emisiones. Según Transport&Environment UK (T&E), al menos el 6% de todo el combustible utilizado a bordo de los buques en 2030 será derivado del hidrógeno verde, como el amoníaco verde y el e-metanol, calculando que estas medidas ayudarán a reducir sus emisiones del transporte marítimo en un 22% para 2035, en comparación con los niveles de 2019. Estrategia actualizada de la OMI y el papel emergente del GNL Figura 1. Comparativa de las estrategias de la OMI. Fuente: DNV. La Organización Marítima Internacional (OMI), a través del Comité de Protección del Medio Marino (MEPC), llevó a cabo una revisión integral de la estrategia para la reducción de gases de efecto invernadero (GEI) con el objetivo de lograr la neutralidad para el año 2050. José Miguel Mahía Prados, ingeniero I+D+i Se establecieron metas ambiciosas, como alcanzar una reducción del 20-30% para finales de esta década y del 70-80% para el año 2040 en comparación con los niveles de 2008, y la neutralidad en 2050, tal y como se puede observar en la figura 1. 20 ARTÍCULO

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