RT617 - Rotación

10 Eva Novoa, directora general de SOERMAR La transformación tecnológica es una de las principales palancas que están convirtiendo al sector naval en más eficiente y sostenible. En esa línea, está cada vez más presente en él la innovación que conlleva la inteligencia artificial (o IA, por sus siglas en inglés). Se trata de una herramienta revolucionaria que se está introduciendo en todos los sectores y cuyos beneficios para el naval están apenas esbozados en estos momentos. Pero lo que está claro es que es una tecnología esencial para hacer frente a los desafíos que debe abordar este sector. Su aplicación generalizada aportará agilidad y eficiencia a aspectos tan importantes como el diseño de los buques, los diferentes procesos de los astilleros, el mantenimiento de los buques en operación, la gestión del tráfico marítimo, entre otras ventajas. El motivo, que es capaz de analizar grandes volúmenes de datos y, por tanto, automatizar y optimizar procesos, así como hacer previsiones personalizadas. Y la mejora que proporciona la IA en la toma de decisiones estratégicas y el fomento de la innovación son fundamentales para conseguir avances tecnológicos en diferentes ámbitos: buques autónomos, nuevos combustibles, en los que ya se está avanzando con algunos prototipos. Concretamente, la capacidad para optimizar las rutas de navegación se consigue a través del uso de algoritmos avanzados y análisis de datos en tiempo real. La IA puede determinar las rutas más eficientes, lo que permite reducir el consumo de combustible y las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto no solo beneficia al medio ambiente, sino que, además, genera importantes ahorros en los costes operativos. Por lo que respecta a la gestión del tráfico marítimo, esta tecnología permite, a partir de los datos, simular escenarios y predecir los lugares donde se pueden producir congestiones y, consecuentemente, hay más posibilidad de colisiones, para evitarlas y mejorar la seguridad y eficiencia del transporte marítimo. Por lo que respecta al mantenimiento predictivo, un área de gran potencial de aplicación de la inteligencia artificial, los sistemas de esta pueden monitorear constantemente el estado de los equipos y las estructuras de los buques e identificar patrones y anomalías, adelantándose a posibles fallos. De esta forma, las navieras pueden realizar mantenimientos preventivos en lugar de reactivos, lo que reduce el tiempo de inactividad y -otra vez- los gastos asociados a reparaciones inesperadas. Así, se puede extender la vida útil de los buques y sus componentes y se mejora la seguridad en las operaciones, pues se pueden prevenir posibles fallos. Pero no solo puede ayudar a mejorar la seguridad en las operaciones, sino también la de a bordo, a través de la monitorización de las condiciones, del comportamiento de la tripulación, de los parámetros ambientales… La IA ética, una palanca para el futuro del sector marítimo

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