RT607 - Rotación

TRIBUNA DE OPINIÓN 20 Me encontraba hace unos días preparando mi próxima intervención en el V Congreso Marítimo Nacional cuando accidentalmente escuché un pasaje de una vieja canción de Joe Cocker titulada ‘Up where we belong’. Como de costumbre en el repertorio del músico británico, la letra de sus canciones suele ser lo de menos. Lo mejor es, siempre e indefectiblemente, su música, escuchar su voz rota y deleitarse pensando en el sentido de alguno de los títulos de sus composiciones. En este caso, el título de la canción hace referencia a esa necesidad humana de pertenecer a algo, a algún sitio o incluso, por qué no, a alguien. Entronca este pensamiento con la disquisición que me estaba haciendo momentos antes de escuchar la canción. Me preguntaba sobre el motivo por el que el asociacionismo marítimo no funciona en nuestro país. ¿Qué tal si intentamos sintetizar este hecho? Empecemos para ello por ver la realidad que rodea al caso del sector marítimo español. Una rápida visión sectorial nos permite comprobar, en primer lugar, que en España carecemos de un lobby marítimo de corte anglosajón. No conviene olvidar que los lobbies, en contra del pensamiento llamado progresista, son palancas de desarrollo económico que presionan a los poderes públicos para que la sociedad camine hacia sendas de innovación y desarrollo que éstos nunca hubieran atendido ni contemplado. Lo más parecido a un lobby con que contamos es el Clúster Marítimo Español, asociación aglutinadora de nuestras industrias marítimas cuya transversalidad de intereses asociativos le impide llevar a cabo una verdadera labor de lobby. Labor que choca con otra realidad transversal competencial: la de la Administraciónmarítima española. Transversalidad privada frente a transversalidad pública, ecuación destinada al fracaso. Un lugar al que pertenecer Juan Díaz Cano, presidente de la Real Liga Naval Española Transversalidad privada frente a transversalidad pública, ecuación destinada al fracasoo

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