Rotación / 29 tar a la estructura. Especialmente la zona de las turbinas, ya que cualquier anomalía en esta zona puede suponer un problema grave durante la navegación. En muchos casos son los propios armadores los que nos recalcan áreas específicas para inspeccionar, como zonas que han sido reparadas o soldaduras antiguas para verificar que siguen en buen estado”. Por otro lado, para la inspección aérea se utilizan drones equipados con cámaras térmicas y zoom detalle. “Las cámaras térmicas nos permiten comprobar si hay algún deterioro en los cascos. Esto es, si una zona del casco que estamos inspeccionando está oxidado se reduce su sección por lo tanto su temperatura térmica es diferente. Con nuestros equipos detectamos manchas que indican esas variaciones de temperatura. Posteriormente, las analizamos con nuestro software para comprobar si existe deterioro y el nivel de afección”, explica Borja Blanco. “Por otro lado, utilizamos las cámaras con zoom para inspeccionar diversos elementos como antenas, botes salvavidas, exterior del casco o los interiores de las bóvedas de carga de grandes cargueros, siendo una zona muy útil para los armadores conocer si tienen fugas de mercancía o comunicación entre diferentes bóvedas que puedan afectar al transporte de mercancía líquida o sólida. Aprovechando esta fase de la inspección con cámaras zoom realizamos también un diseño 3D de la embarcación con las imágenes capturadas para en gabinete volver a revisar la inspección y las irregularidades detectadas”, continúa. ¿En qué punto de desarrollo se encuentra esta tecnología? Siendo una actividad en constante evolución, la tecnología aplicada a las actividades y seguridad marítimas se renueva constantemente. Así, se prepara y adapta para responder a todas aquellas novedades estructurales que se producen a causa de las exigencias medioambientales, del diseño o de la seguridad.
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